La banda de traficantes de armas militares desarticulada por la Policía Nacional tenía su escondrijo mataroní en una calle residencial y secundario del barrio de los Molinos. Se trata de la calle Cardenal Pasqual de Aragón, situado al norte del Campo Municipal del CE Mataró, y que conecta el paseo Carles Padrós con la Avenida América. Está formado en su mayoría por casas unifamiliares y no hay ningún local comercial, cosa que lo hace especialmente tranquilo. Nada hacía sospechar, por lo tanto, que en el trastero de uno de sus inmuebles seescondiera un botín armamentístico impresionante.
Según fuentes de la Policía Nacional, una parte importante de las armas confiscadas a la banda se encontraba en este almacén
Según fuentes de la Policía Nacional, una parte importante de las armas confiscadas a la banda se encontraba en este almacén. Fusiles de asalto, ametralladoras, rifles, escopetas repetidoras, pistolas con silenciadores y un largo etcetra. La policía española registró este local el pasado 11 de enero, en el marco de la operación contra el grupo organizado de tráfico ilícito. También detuvieron en Mataró uno de los seis integrantes de la banda, que eran de nacionalidad española y marroquí.
Proveedores de armas a grupos criminales
Además de la capital del Maresme, los seis detenidos operaban desde Barcelona y Castelldefels. El grupo criminal se dedicaba a suministrar a otras bandas y organizaciones. El operativo se llevó a cabo justo en el momento en que estaban preparando un envío de armas.
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