Alba Bonamusa es pura ambición. Cuando fue plata al europeo júnior de este verano explicó que no le había probado nada bien el segundo lugar, que quería el oro. Es esta la actitud de una joven jugadora que forma parte del histórico equipo de la Sirena que este 2016 ha ganado Copa de la Reina y Copa LEN. Bonamusa suma a esto la plata del europeo y busca coronar estos días un año inigualable en Nueva Zelanda: se encuentra con España compitiendo por el Mundial juvenil de waterpolo. Un podio significaría cerrar 12 meses difíciles de olvidar.
"El objetivo está claro, intentar llegar el más lejos posible; no se puede negar que acabar el año con una medalla de oro sería increíble", explica la jugadora desde Nueva Zelanda, donde se encuentra ya compitiendo con España y desde donde admite, eso sí, que habrá que ir "partido a partido" en una competición que no será nada fácil. De hecho, en la primera jornada las españolas perdieron con claridad por 6-18 con Rusia.
La derrota con Rusia despertó a las españolas, que quieren estar entre las mejores del mundo
Sin ningún tipo de dudas, un golpe llevar: "fue una decepción perder el primer partido liguero y más de este modo, no parecíamos nosotros, no jugamos a nada", explica Bonamusa. Por ella, el problema no fue de diferencia de nivel: "no jugamos con las ganas que hacía falta y nos pasaron por sobre, tenemos que estar más atentas".
La reacción parece haber hecho efecto en la segunda jornada liguera disputada este martes y que ha acabado con el triunfo de España por 3-15 ante Nueva Zelanda, las anfitrionas. Bonamusa anotó dos de los goles que encarrilaron la victoria del combinado español.
El equipo hace piña
La jugadora mataronina cruz que el equipo irá además: las rusas nos han hecho despertar y hacer ver que esto ya ha empezado y que estamos en un Mundial. Una de las capitanas nos llamó a todas en una habitación para hablar, sin entrenadores, e hicimos piña para espabilar".
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