Los mejores almuerzos de tenedor son los que se alargan
Los mejores almuerzos de tenedor son los que se alargan

Los mejores almuerzos de tenedor del Maresme y que no encontrarás en ninguna otra comarca

Repasamos 8 de los restaurantes más conocidos por sus almuerzos de tenedor, auténticos templos de la gastronomía maresmenca

Los desayunos de tenedor parecen volver a estar de moda. Y es una muy buena noticia. Como si fuera una reacción natural o pendular a la irrupción de los 'brunchs' y otras costumbres gastronómicas matutinas completamente ajenas a la tradición local en los últimos tiempos a nivel de toda Cataluña, se ha producido una especie de sublevación. Un empoderamiento de quienes no tienen miedo ni reparos en emplatar el desayuno y usar los cubiertos, mojar el pan y beber del porrón cuando la ocasión lo merece. Sí, el desayuno de tenedor vive tiempos de reivindicación y existen aplicaciones, comunidades y directorios que, gracias a las redes e indexación, se convierten en guías mejores que el aroma de un guiso cuando tienes hambre y te dirige a donde quieres ir.

Grupos de amigos, familias, 'grupetes' de deportistas —sobre todo ciclistas, auténticos o motorizados—, caminantes, buscadores de setas, trabajadores o... simplemente amantes de empezar el día con buen apetito. También grupos de cultura popular que necesitan coger fuerzas, o simplemente colectivos reunidos por cualquier motivo. Sentarse a la mesa y usar el tenedor para desayunar es señal de buen ánimo, buena ocasión, sin prisas y con ganas de pasar un rato agradable. En definitiva, si haces un desayuno de tenedor, es señal de que ese es un buen día. Y como todos queremos disfrutar de esta bonanza, todos buscan los mejores lugares para cumplir con este ritual gastronómico.

En el Maresme, el desayuno de tenedor es una experiencia cultural y gastronómica que invita a sentarse sin prisas, disfrutar de los sabores tradicionales y compartir mesa con amigos o familia. La comarca ofrece una gran variedad de propuestas, desde masías históricas hasta restaurantes con vistas espectaculares. A continuación, te recomendamos ocho establecimientos imprescindibles para vivir esta tradición de la mejor manera.

El desayuno de tenedor es toda una institución
El desayuno de tenedor es toda una institución


Masia Quatre Rellotges (Argentona)

Un clásico indiscutible del Maresme, situado en una masía llena de encanto. Hace pocos meses reinició el proyecto, con un impulso que lo ha vuelto a colocar como referencia. Aquí los desayunos de tenedor son generosos y auténticos, con platos guisados y carnes a la brasa que mantienen el sabor de la cocina catalana más tradicional.

Collsacreu (Arenys de Munt)

Uno de los lugares más populares para desayunar entre ciclistas, motoristas y amantes de las rutas de montaña. Su ubicación, en medio del paisaje natural del collado, invita a hacer parada. La alta capacidad no impide que a menudo esté lleno. Las raciones son abundantes y el buen ambiente está asegurado. En épocas de calçotadas es todavía más buscado.

La Vinya (Sant Cebrià de Vallalta)

Este restaurante destaca por su cocina casera y trato familiar. Los desayunos de tenedor tienen un sabor de cocina de siempre: caracoles, pies de cerdo o butifarras, siempre acompañados de un buen vino o cava de la zona. Y, posiblemente, el mejor allioli hecho a mano del Maresme.

Un plato de tripa de Cal Víctor
Un plato de tripa de Cal Víctor

Can Dieta (Tordera)

Es toda una referencia cuando se habla de brasa y cocina de montaña. La oferta es enorme: desde simples tostadas con embutido hasta platos más contundentes como el pato asado, el rabo de buey o la ternera con setas. Todo elaborado con productos de calidad y servido en un entorno privilegiado con vistas al Montseny.

Can Pallofa (Pineda de Mar)

Con un comedor rústico y acogedor, Can Pallofa ofrece desayunos que combinan brasa, cazuela y embutidos. Destaca la panceta, la butifarra o la carrillera de cerdo a la brasa, servidos con patata al caliu, tostada y allioli. Una propuesta sencilla pero muy sabrosa.

Cal Víctor (Canyamars – Dosrius)

Situado en el corazón de Canyamars, este restaurante es ideal para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y la cocina catalana más auténtica. Los desayunos de tenedor se especializan en guisos, aprovechando productos de temporada como setas, calçots o carnes de caza, en un ambiente tranquilo y familiar.

Restaurante Can Jaume en Llavaneres. Foto: R.Gallofré
Restaurante Can Jaume en Llavaneres. Foto: R.Gallofré


Can Jaume (Sant Andreu de Llavaneres)

Reconocido por su apuesta gastronómica, Can Jaume lleva los desayunos de tenedor a otro nivel. Ofrece platos clásicos con un toque innovador: bacalao a la llauna, rabo de buey estofado o ventresca de atún a la brasa, sin olvidar fritos y caracoles a la catalana. Es un auténtico festival para los paladares más exigentes.

L’Harmonia (Mataró)

En el corazón de la capital del Maresme, este restaurante histórico es perfecto para combinar la vitalidad urbana con la tradición de los desayunos de tenedor del fin de semana. Sus propuestas hablan por sí solas de la historia del lugar, respetuosas y generosas con el sabor y las raciones. Por algo es un punto de encuentro habitual para los mataronenses que quieren comenzar el día con energía.

El Maresme ofrece una ruta de desayunos de tenedor que vale la pena descubrir y disfrutar. Cada restaurante tiene su especialidad y personalidad propia, pero todos comparten el mismo espíritu: hacer que la hora del desayuno sea un momento de placer y buena compañía.

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