Capgròs
La Navidad de Mataró no llega de forma definitiva hasta que no se presenta el turrón de autor de la Pastisseria Uñó. El juego entre el arte de los creadores mataronenses y el también arte pastelero de Claudi Uñó genera cada año un nuevo ejemplar para una colección literalmente deliciosa, siempre para chuparse los dedos. Este año, y no es hacer spoilers, la tradición se cumplirá y en las casas donde aparezca el turrón de autor no vaya a ser que haya codazos para quedarse con un trozo. La propuesta destaca y plasma en un turrón crujiente de vainilla y frambuesa la obra que Eduard Novellas ha planteado.
El de este año es el 29.º turrón de autor de Uñó. El dato impresiona. El año que viene hará treinta veces que Claudi Uñó se ha ingeniado un dulce único para plasmar la obra de un artista en quien confía. Como el Edu Novellas de este año, que con su doble mancha hizo escoger vainilla y frambuesa. El turrón es un praliné crujiente de galleta de vainilla y frambuesa con trufado de chocolate con leche y vainilla. Es como un bombón delicioso con forma rectangular de turrón. De verdad, está buenísimo y será de los que gustarán. Hacia casa Uñó no falta nadie, golosos y golosas de Mataró.
El maestro pastelero, que en el acto de presentación del turrón quiso tener un recuerdo para Ricard Jordà —con quien ya colaboró en uno de los turrones de autor—, explicó como siempre cómo ha acabado creando esta auténtica obra de arte dulce. “Los colores de las dos manchas nos marcaban mucho y por eso las hacemos a mano, cada mancha es diferente, con vainilla y con frambuesa”, relató.
El turrón en sí es todo un juego de texturas con gran protagonismo de la vainilla, cuyas vainas se rascan para hacer la trufa, se secan y se trituran para hacer la galleta. La galleta, el cereal crujiente y la frambuesa desecada le dan el toque ‘crispy’ al turrón de autor 2025. “Como siempre hemos buscado un juego de texturas y sabores. El praliné es el sabor de la Navidad y del barquillo, la frambuesa le da chispa y la vainilla es muy protagonista”, explica Claudi Uñó.
Dos manchas por los dos abuelos y por Navidad y Sant Esteve
La obra de Edu Novellas no puede ser más identificativa del estilo y el lenguaje artístico de este mataronense, que suele trabajar alrededor de la serigrafía y la estampación artesana. Autor de trazos pequeños y minimalistas “que con muy poco dice mucho”, tal y como lo definió el propio Uñó. Novellas tuvo clara la idea de cómo quería hacer su turrón: “En seguida que Claudi me lo propuso pensé en los recuerdos que me generan los turrones, la Navidad en casa de los abuelos y la reiteración de comidas entre Navidad y Sant Esteve. En honor a ellos repliqué las dos manchas que los simbolizan de forma muy simple”, explicó. Y es que sí, el turrón es efectista y simple, con dos ‘manchas’ que evocan a los dos abuelos.
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