Can Rosendo dice adiós a casi 22 años de historia. El restaurante, una de los iconos de la gastronomía mataronina y del Puerto de la capital del Maresme, bajará la persiana definitivamente el próximo lunes de Pascua. Más de dos décadas dedicadas al pescado y marisco que por varias circunstancias llega a su final. "En Rosendo y Carmen se jubilan, y nosotros haremos nuestro camino puesto que en abril también hay la renovación de concesión del Puerto y tampoco creemos que lo hayan hecho del todo bien", explica Tomás Molina, encargado y parte de la familia que ha salido adelante con el proyecto. "Estamos contentos por la gente, cómo han disfrutado hasta el último día, y también por el hecho que nosotros somos los que hemos decidido cuando cerrar", añade.
De hecho, Can Rosendo ha sido uno de los puntos que ha podido sacarle todo el zumo al Puerto de Mataró, poco atractivo s tal y cómo explica: "Al puerto le pasa un poco de todo; si siempre dices que no funciona, acaba para no funcionar. Además, no es fácil de llegar porque las vías de tren hacen de separación, hay el tema del aparcamiento... Es una pequeña suma de cosas, a banda que no creo que la gestión del Puerto haya sido la mejor".
"Estar tanto de tiempo trabajando, con clientes satisfechos, sólo tiene un secreto: la constancia, ser honestos y naturalmente ofrecer calidad", relatan desde el restaurante. Especialistas en pescado fresco, arroces y marisco, Can Rosendo dice adiós cerrando, también, una etapa importante dentro de la gastronomía mataronina.

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