El pasado fin de semana, el de la Diada de Cataluña, fue la última oportunidad de disfrutar de un puente antes de finalizar el año. El calendario laboral de 2025 ha dejado a trabajadores y estudiantes con pocas opciones para alargar los descansos más allá de los fines de semana, una situación que, según los expertos, puede tener consecuencias tanto en la salud como en la actividad económica de sectores como el turístico.
El motivo es la coincidencia de varios festivos estatales en días poco propicios para generar puentes. Así, el 12 de octubre cae en domingo, mientras que el 1 de noviembre y el 6 de diciembre serán sábado. Solo el 8 de diciembre, junto con Navidad y San Esteban, ofrecerán un respiro un poco más largo al quedar pegados al fin de semana. Algunos municipios, como Barcelona, disponen de fiestas locales como la Mercè, el 24 de septiembre, que este año cae en miércoles.
La importancia del descanso
La ausencia de puentes no afecta de la misma manera a todos los colectivos. En sectores donde es posible pactar días libres, los trabajadores pueden buscar alternativas para recuperar el equilibrio. Pero en aquellos ámbitos más rígidos, los empleados tendrán que conformarse con los descansos de fin de semana.
Según la psicóloga especialista en conflictos laborales Gemma Vall, esta falta de respiro en medio de la rutina puede generar un desgaste notable. En declaraciones a Catalunya Ràdio, Vall remarca que “no tener puentes genera más tensión. Las personas están más cansadas, pueden entrar más en conflictos y, al final, también están más desmotivadas”.
Los estudios corroboran que no desconectar adecuadamente del trabajo, ya sea respondiendo llamadas o correos electrónicos durante los días libres, tiene un impacto negativo directo en la salud. Por ello, la experta recomienda aprovechar los festivos que se juntan con el fin de semana y, siempre que sea posible, añadir un día extra para crear pequeñas ventanas de descanso a lo largo del año.
Consecuencias para el turismo
El sector turístico también nota esta distribución poco favorable del calendario. Los puentes suelen ser oportunidades para que muchas familias o grupos de amigos hagan escapadas de corta duración, que generan ingresos importantes en hoteles, restaurantes y actividades de ocio. Sin estos intervalos, el consumo turístico se concentra casi exclusivamente en periodos de vacaciones más largos, como el verano o Navidad, dejando meses intermedios con una actividad más baja.
Mirando hacia 2026
La situación no mejorará mucho el año que viene. El calendario de 2026 también presenta pocos puentes. Enero será el único mes con cierta flexibilidad: Año Nuevo cae en jueves y el Día de Reyes en martes, lo que permite encadenar días festivos si se pide alguna jornada extra. Después, sin embargo, no se volverá a tener una ocasión clara hasta el 24 de junio, que cae en miércoles, y más tarde el 8 de diciembre, en martes.
El resto de festivos se sitúan mayoritariamente en viernes, lunes o fines de semana, lo que limita las posibilidades de escapadas rápidas. En Barcelona, los días de fiesta local como el Lunes de Pascua Granada (25 de mayo) y la Mercè (24 de septiembre, en jueves) aportarán un poco más de margen.
En definitiva, el calendario laboral actual y el del próximo año obligan a trabajadores y estudiantes a planificar mejor los descansos y a buscar alternativas para cuidar la salud mental y física, al mismo tiempo que suponen un reto para un sector turístico que ve reducidas las oportunidades de dinamizarse más allá de las temporadas altas.
Fuente: www.3cat.cat/3catinfo
Las noticias más importantes de Mataró y Maresme, en tu WhatsApp
- ¡Recibe las noticias destacadas en tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
- Entra en este enlace, haz clic en seguir y activa la campanita
Comentarios