Se bate el récord en Cataluña de tramitaciones de este documento que permite dejar constancia de las preferencias sobre tratamientos médicos futuros ante enfermedad grave o incapacidad.
El Documento de Voluntades Anticipadas (DVA) se ha convertido en una herramienta fundamental para garantizar el respeto a las decisiones médicas de las personas en situaciones en las que no pueden expresarse por sí mismas. Este documento permite dejar constancia de las preferencias sobre tratamientos médicos futuros, asegurando que las voluntades sean respetadas en casos de enfermedad grave o incapacidad.
En 2024, Cataluña ha registrado una cifra récord en la formalización de DVA, con un total de 30.835 documentos inscritos, lo que representa un aumento del 52% respecto al año anterior, cuando se registraron 22.038 documentos. Este incremento refleja una mayor concienciación de la ciudadanía sobre la importancia de planificar su futuro sanitario.
Según los datos provisionales del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, el 58,34% de los DVA se han registrado en centros de atención primaria (CAP). Este dato pone de manifiesto la efectividad de la posibilidad de formalizar el documento ante un profesional sanitario del ámbito de la atención primaria, hospitalaria o sociosanitaria. La agilización de este proceso ha facilitado que cada vez más personas decidan dejar por escrito sus voluntades médicas.
Por otro lado, el 22,09% de los DVA se han tramitado a través de notarías, mientras que el 19,58% han sido registrados ante tres testigos, una opción que permite a las personas que no quieren o no pueden acceder a otras vías formalizar el documento con total validez legal.
Este aumento en el registro de DVA demuestra una tendencia creciente hacia la planificación de las decisiones médicas con previsión. La sociedad catalana es cada vez más consciente de la necesidad de tomar el control de su atención sanitaria futura, garantizando que sus decisiones sean respetadas independientemente de la situación en la que puedan encontrarse.
La posibilidad de expresar de antemano qué tratamientos se desean recibir o rechazar no solo proporciona tranquilidad a la persona que lo redacta, sino que también alivia la carga emocional de familiares y profesionales sanitarios, que podrán tomar decisiones basadas en la voluntad expresa del paciente.
Con esta tendencia al alza, se prevé que en los próximos años el número de registros de voluntades anticipadas continúe creciendo, consolidando este documento como una herramienta esencial dentro del sistema sanitario catalán.
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