Los piojos son unos pequeños parásitos que han acompañado la humanidad desde tiempos antiguos y que, a pesar de los adelantos sanitarios, siguen siendo un problema frecuente. Tal como nos explica Anna Hernández, enfermera del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, la infestación de piojos es una condición que puede afectar personas de todas las edades y clases sociales. Por eso, es fundamental conocer como prevenirlos, detectarlos y eliminarlos de manera eficaz.
Prevención: la primera medida
La mejor manera de evitar una infestación de piojos es la prevención. A pesar de que se pueden encontrar durante todo el año, la vuelta en la escuela y las actividades extraescolares aumentan las posibilidades de contagio, especialmente entre niños, que acostumbran a tener un contacto próximo entre ellos. Por eso, es recomendable llevar el pelo corto o recogido, puesto que de este modo se reduce el riesgo de contacto con personas infestadas y se facilita la exploración y el tratamiento si fuera necesario. Además, es importante no compartir objetos personales como gorras o prendas de ropa, puesto que también pueden transmitir los piojos.
Como detectar los piojos?
Para detectarlos, se recomienda hacer revisiones periódicas, especialmente en periodos de alto riesgo, como la época escolar. La experta recomienda hacer estas revisiones semanales, y aumentar la frecuencia a cada dos días en caso de sospechar de un contagio próximo. Durante la exploración, los cabellos tienen que estar mojados para dificultar el movimiento de los piojos, y hay que pasar un peine fino o llemenera en secciones pequeñas, posando especial atención a las raíces, detrás las orejas y a la nuca, que son las zonas donde se concentran más a menudo.
Conocer el enemigo: las fases del piojo
Los piojos pasan por tres estadios diferentes en su desarrollo, y conocer las características es útil para una identificación correcta:
- Huevos o llémenes: Se encuentran cerca del cuero cabelludo, puesto que necesitan calor para desarrollarse. Son muy pequeños, de unos 0,5 mm, y a menudo se confunden con la caspa. Los huevos vivos suelen ser de color terroso o amarillento, mientras que los huevos vacíos son blanquecinos.
- Ninfas: Estas son las crías de piojo reciente eclosionadas, con una medida de 1 a 2 mm y un color traslúcido. A medida que se van alimentando de sangre, adquieren una tonalidad marronosa.
- Piojos adultos: Son de color grisoso o marronós, y las hembras, de entre 2 y 4 mm, suelen ser más grandes que los machos.
Síntomas de una posible infestación
Además de poderse ver, los piojos también provocan síntomas que pueden alertar de su presencia. El más común es el picor persistente, debida a una reacción alérgica a las picaduras, y una sensación de hormigueo o movimiento a los cabellos. Otros signos incluyen pequeñas protuberancias rojas en el cuero cabelludo e irritabilidad o dificultad para dormir, puesto que los piojos son más activos durante la noche.
Comunicar el contagio para frenar la propagación
Si se detecta una infestación, es esencial informar el entorno inmediato, como la escuela o las familias próximas, para que todo el mundo pueda tomar medidas preventivas o aplicar el tratamiento. Esta transparencia ayuda a frenar la propagación del problema. Es especialmente importando que las personas infestadas hagan el tratamiento simultáneamente, puesto que si no, el riesgo de volver a contagiarse es alto.
Tratamiento: los pasos para eliminar los piojos
El tratamiento más eficaz consiste a utilizar productos a base de permetrina, combinados con el uso de la llemenera. A continuación, los pasos clave para seguir el tratamiento correctamente:
- Aplicar el producto con los cabellos secos para evitar que la concentración se diluya, y dejarlo actuar durante unos diez minutos.
- Lavar los cabellos con un champú neutro para eliminar los piojos muertos.
- Retirar los huevos con un peine especial, pasándola desde la raíz hasta las puntas y alternando la dirección.
- Limpiar el peine entre las pasadas para no reintroducir piojos o llémenes al cabello.
- Repetir el tratamiento al ninguno de una semana para asegurarse de eliminar cualquier huevo que haya podido sobrevivir.
Este tratamiento meticuloso es fundamental, puesto que la permetrina mata los piojos adultos pero no los huevos. De este modo, una segunda aplicación garantiza que no se produzcan nuevos nacimientos de piojos y ayuda a evitar una nueva infestación.
Con estos pasos, la gestión de los piojos es posible y eficaz. La combinación de prevención, detección precoz y tratamiento adecuado es la mejor arma para mantener este problema controlado y evitar que se propague.
Font: 3cat.cat
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