El peligro del gas radón
El peligro del gas radón

Los expertos alertan del gas radón, un riesgo invisible que amenaza especialmente el Maresme

El Colegio de la Arquitectura Técnica advierte que la comarca es una de las zonas más expuestas de Cataluña a este gas que puede causar cáncer de pulmón y reclama diagnósticos y medidas constructivas para proteger la salud

patrocinio oancustica JULIO 25 (1)
 

El Colegio de la Arquitectura Técnica de Barcelona (Cateb) ha vuelto a poner sobre la mesa los riesgos que conlleva la exposición al gas radón, un gas radiactivo, incoloro e inodoro que puede acumularse en el interior de los edificios y que es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco. Según el último aviso del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), más de 170 municipios catalanes se encuentran en riesgo por la presencia de este gas, entre ellos muchos del Maresme, una de las comarcas más afectadas por las características de su subsuelo.

Desde el Cateb se insiste en la necesidad de medidas para diagnosticar y prevenir este riesgo invisible. “Los arquitectos técnicos somos clave para detectar, medir y aplicar soluciones constructivas que minimicen la entrada y acumulación de gas radón en los edificios”, afirma Jordi Marrot, director del Área Técnica del Colegio. La entidad recuerda que la normativa vigente obliga a adoptar medidas preventivas en zonas con riesgo medio o alto, como barreras de protección, sistemas de ventilación y despresurización, y recomienda mediciones periódicas, especialmente en viviendas unifamiliares, plantas bajas o sótanos.

Presencia de gas radón en el Maresme

Presencia de gas radón en el Maresme

El Maresme, una zona especialmente vulnerable

El Maresme es una de las áreas de Cataluña con más riesgo de concentración de radón, según el Consejo de Seguridad Nuclear. Municipios como El Masnou ya han realizado estudios para detectarlo y aplicar medidas correctoras en algunos equipamientos municipales, pero los expertos señalan que la prevención debe ir mucho más allá de acciones puntuales.

En este sentido, Núria Sauleda, delegada del Cateb en el Maresme, destacaba en un artículo reciente en Capgròs que “el gas radón es más abundante en la comarca que en el resto de Cataluña” y que esto, sumado a otros factores ambientales como la contaminación, los hábitos de vida y la calidad del aire en los espacios interiores, hace urgente actuar. Sauleda señala que estos elementos combinados “son una característica que hay que tener en cuenta a la hora de crear espacios de vivienda, ocio o trabajo, ya que son potencialmente toxicidades que pueden acabar afectando la salud de los ciudadanos”.

Según ella, es esencial medir la concentración de radón para mitigar los efectos sobre la salud y garantizar que tanto los edificios nuevos como los antiguos sean espacios seguros. “Hay que concienciar a la población e implicar a los profesionales de la arquitectura técnica en este reto de salud pública”, concluye.

Comentarios