Capgròs
El Maresme es, por naturaleza, una comarca que respira verde. Entre el azul intenso del Mediterráneo y la franja boscosa del Corredor-Montnegre, sus municipios han sabido convertir el paisaje en un auténtico valor colectivo, un signo de identidad que combina belleza, sostenibilidad y calidad de vida. Este compromiso con el medio y el espacio público ha sido nuevamente reconocido: el Maresme revalida su liderazgo como la comarca con más Vilas Floridas de Cataluña, con 23 de sus 30 municipios distinguidos en la edición de este año.
El movimiento Viles Florides, impulsado por la Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC), premia a los municipios que trabajan para transformar sus entornos a través de políticas sostenibles y de un uso inteligente y estético del verde urbano. Los reconocimientos, expresados en las Flores de Honor, valoran la calidad de los espacios ajardinados, la gestión eficiente del agua, la preservación de la biodiversidad y las iniciativas que fomentan la conciencia ecológica.
- Los municipios con Flores de Honor son Alella, Arenys de Mar, Arenys de Munt, Argentona, Cabrera de Mar, Cabrils, Caldes d’Estrac, Calella, El Masnou, Malgrat de Mar, Pineda de Mar, Premià de Dalt, Premià de Mar, Sant Andreu de Llavaneres, Sant Cebrià de Vallalta, Sant Pol de Mar, Sant Vicenç de Montalt, Santa Susanna, Teià, Tiana, Tordera, Vilassar de Dalt y Vilassar de Mar.
En este sentido, el Maresme vuelve a demostrar su sensibilidad ambiental y su capacidad para combinar urbanismo y naturaleza. Los ayuntamientos del Maresme han apostado por proyectos que sitúan el verde en el centro de la vida urbana: zonas de paseo ajardinadas, espacios naturales integrados dentro de los núcleos urbanos, rutas saludables y programas de mantenimiento sostenible que convierten cada municipio en una pequeña muestra de jardinería mediterránea. Esta apuesta colectiva no solo embellece el territorio, sino que también contribuye al bienestar ciudadano y a la promoción turística. El Maresme se ha consolidado como un destino verde y responsable, donde los visitantes encuentran no solo playas y patrimonio, sino también una red de espacios naturales cuidados y accesibles.
La distinción de las Viles Florides, que actualmente agrupa a más de 170 municipios de Cataluña y Andorra, es una muestra palpable de que la sostenibilidad puede ser también un motor económico y social. En el Maresme, esta visión se traduce en una forma de hacer compartida: una comarca que entiende el paisaje como un activo vivo, un patrimonio que hay que preservar y hacer crecer. Y es que, entre el mar y la montaña, el Maresme sigue floreciendo cada día un poco más.
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