Capgròs
Tres personas fueron detenidas por los Mossos d'Esquadra el 22 de mayo en una operación contra una plantación interior de marihuana en una casa de Vilassar de Dalt (Maresme). Además de las detenciones, los agentes del cuerpo policial catalán incautaron 977 plantas.
En el momento de la operación, los tres individuos, de 27, 32 y 38 años, no se encontraban en la casa, pero la policía los pudo detener el mismo día. Los tres quedaron en libertad tras declarar en sede policial. Los Mossos calculan que el valor económico de la luz defraudada cada año a través de la instalación superaba los 60.000 euros.
El impacto de la marihuana en el Maresme y en Cataluña
En el Maresme, la proliferación de plantaciones de marihuana se ha convertido en un fenómeno casi semanal, con operativos policiales constantes por parte de los Mossos d'Esquadra. Con más de un centenar de entradas policiales en la comarca en los últimos dos años, se han desmantelado plantaciones tanto en zonas urbanas como rurales, destacando casos como el de Premià de Dalt, donde se intervinieron más de 6.500 plantas en una nave industrial.
A nivel de Cataluña, en 2024 se detuvo a cerca de 2.000 personas relacionadas con el cultivo y tráfico de marihuana, y se desarticularon 36 grupos criminales. Estas organizaciones suelen utilizar domicilios particulares para establecer plantaciones interiores, aprovechándose de contratos de alquiler falsificados y manipulaciones ilegales de la red eléctrica, con el consiguiente riesgo de incendios y sobrecarga de la infraestructura.
La presencia de armas de fuego en la mitad de las plantaciones desmanteladas evidencia la escalada de violencia asociada a este negocio ilícito. Los robos entre bandas rivales son cada vez más frecuentes y sofisticados, y en el Maresme se han vivido varios casos. Esta situación genera una preocupación creciente entre las autoridades y la ciudadanía, ya que no solo afecta a la seguridad pública, sino que también tiene repercusiones ambientales y sociales significativas.
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