El alcalde de Mataró, David Bote (PSC), es una de las voces más importantes e influyentes del municipalismo catalán como presidente de la Federación de Municipios de Cataluña (FMC). Es con esta doble característica de alcalde y referente municipalista que Bote, en el marco de una conferencia organizada por el Nova Economia Fòrum celebrada este miércoles por la mañana en Barcelona, reivindicó la política local como instrumento para “la contención de las desigualdades sociales”, al mismo tiempo que defendió la necesidad de articular estructuras en “el arco metropolitano”, entre las cuales la línea orbital. Para el alcalde de la capital del Maresme, se trataría de una infraestructura clave para “conectar las ciudades metropolitanas”.
En cuanto al ámbito local, el alcalde de Mataró ha recordado que hasta principios de los años ochenta “no estaba garantizado el suministro de agua las 24 horas todos los días del año”, como ejemplo de la labor realizada por los ayuntamientos democráticos, además de reivindicar actuaciones como la del Tecnocampus de Mataró, que acoge a unos 4.000 estudiantes. También ha defendido un “enfoque pragmático” a los problemas de Rodalies y en especial la R1, que es la que circula por el Maresme, admitiendo que a los mismos alcaldes de la comarca “nos ha faltado reivindicar inversiones en la línea, para que la realidad de la R1 fuera mejor”.
Ferrocarril y carretera
Eso sí, Bote ha considerado que favorecer mejoras en esta línea a partir de más inversiones y la mejora de las estaciones “no debe ir en detrimento de los planes del Govern de recuperar la idea de conectar las ciudades metropolitanas con el arco metropolitano”, que se articularía a través de una “línea orbital” que permitiría “mejorar la planificación del crecimiento de las estructuras metropolitanas”, teniendo en cuenta que para Bote, el término municipal de Mataró no permite grandes planes de crecimiento, “porque nuestro suelo urbano ya está prácticamente agotado”, y tampoco hay intención de hacer crecer el suelo urbanizable a costa del suelo agrario o forestal. Por ello, Bote aboga por una “regeneración urbana” y una “redistribución de la densidad”.
Un momento del acto
Además, el alcalde de Mataró también se ha referido a los planes de transformación de la carretera N-II, apuntando que en un futuro esta principal vía de comunicación será apta para peatones y medios de movilidad sostenible, lo que acercará los municipios de la comarca y mejorará la relación. De hecho, el alcalde de Mataró bromeó diciendo que, con esta reconversión, “Vilassar pasará a ser un barrio de Mataró”, una afirmación que, más allá de que guste o no a los vecinos de este segundo municipio, supone mejorar la conectividad dentro del Maresme.
En un ambiente distendido y sobre el papel del mataronense más popular de estos momentos, el futbolista del FC Barcelona Lamine Yamal, Bote se reivindicó como seguidor “del Betis”, pero recordó que gracias a Yamal se ha podido pasear la bandera de Mataró por todo el mundo, un hecho que agradece mucho, reivindicando, eso sí, que hay muchas más realidades en Mataró además de la del futbolista blaugrana.
Municipalismo para frenar la extrema derecha
El acto, que contó con la presencia, entre otros, del presidente Montilla, el consejero Espadaler, el alcalde de Cornellà, Antoni Balmón, y el presidente del grupo parlamentario socialista Ferran Pedret, sirvió para que Bote haya expuesto una defensa de la acción municipalista en la “transformación y dignificación del espacio público”, pero también como bastión para “preservar el mundo local de las olas de polarización”, en referencia al auge de la extrema derecha y la posibilidad de que en las próximas elecciones municipales de 2027 incremente su presencia en los ayuntamientos de toda Cataluña. El antídoto, para Bote, es afrontar los retos actuales, principalmente los de “desequilibrios territoriales y el despoblamiento”.
En este sentido, Bote lamentó que los desequilibrios sociales conllevan desequilibrios territoriales que ahora ya van más allá de los términos municipales, con la aparición de una “segregación en base a renta con salto de municipio”, con pueblos y ciudades que concentran las rentas más altas y otros que concentran las más bajas, con el añadido de que estos tienen “los ingresos comprometidos en gasto social para atender a la población más vulnerable”. “Esto pone en peligro el esqueleto de la red de ciudades que sostiene al país”, continuó Bote. Por ello, el presidente de la FMC ha reclamado una necesaria revisión del actual sistema de financiación local y lograr una “mejor distribución”.
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