Visión zenital de Can Cruzate. Fotos. R. Gallofré

Can Cruzate, la ficha clave pendiente del tablero de Mataró

Cugat Comas FOTO PORTADA: Visión zenital de Can Cruzate. Fotos. R. Gallofré

Las obras para asegurar esta finca situada en medio del Centro de Mataró vuelven a poner en la agenda política y gubernamental la decisión sobre que tiene que ser en un futuro: ¿a la tercera irá la vencida?

Ocupa casi 1.000 metros cuadrados y está en una de las mejores ubicaciones del centro histórico de Mataró. Es una isla estratégica desde todos los puntos de vista —urbanístico, social, cultural, económico— y ha sido objeto de repetidos proyectos, concursos de ideas y promesas. En las hemerotecas, se pierde la cuenta incluso de planos y renders con equipamientos que se tenían que levantar allí y en el cómputo de propiedades tanto de PUMSA como del Ayuntamiento consta, con importancia contable. Todo esto es Can Cruzate, uno de aquellos nombres que siempre vuelve porque nunca se va del todo. Una isla de casas, vacía en la mayor parte del sector por dentro y que lleva 20 años apuntalada que, cuando seguramente nadie la esperaba, el día que empezaban Les Santes, volvió de golpe a estar sobre la mesa.

En medio del eje entre plazas y junto al Ayuntamiento, es un sector más que estratégico

El Ayuntamiento de Mataró restringió el acceso al tramo de la calle d’en Palau comprendido entre el número 31 y la plaza Grande, como medida preventiva ante el riesgo estructural detectado en la isla de Can Cruzate. El deterioro de la edificación había obligado a limitar el uso público del espacio afectado y a preparar actuaciones de urgencia para que el edificio no sufra más deterioro. La alerta se activó el viernes 25 de julio, coincidiendo con la celebración de la Nit Boja de Les Santes, y obligó a aplicar medidas de seguridad extraordinarias para evitar riesgos. Durante las horas de máxima afluencia de público se redujo el aforo permitido en el centro de la ciudad y se cerró el acceso a la plaza del Ayuntamiento. La Policía Local, con el apoyo de otros cuerpos y seguridad privada, reforzó el dispositivo para garantizar la seguridad de los asistentes.

El estado actual de Can Cruzate, donde se está interviniendo
El estado actual de Can Cruzate, donde se está interviniendo

 

Según informó el consistorio, las patologías estructurales detectadas afectaban a las paredes interiores de la finca, que ya presentaba deficiencias previas y se encontraba mayoritariamente desocupada. La propiedad del inmueble es compartida entre el Ayuntamiento y la empresa municipal PUMSA. Las fuertes lluvias de la primavera y especialmente las de julio podrían haber debilitado todavía más las paredes internas y la estabilidad de la estructura y de los apuntalamientos provisionales.

La isla de Can Cruzate consta de once casas diferentes, la mayoría deshabitadas y en un estado débil de conservación, pero con algunos elementos arquitectónicos de interés. La más grande de estas fincas es precisamente la que da nombre a la isla, también conocida como Cals Notaris, que tiene una interesante fachada con 8 ventanales con arcos neogóticos. Nadie duda de la carga histórica del lugar, ya que las dos calles principales de la antigua villa romana de Iluro se cruzaban allí mismo. También con el fin de la época medieval, se vertebraba desde este cruce el inicio de la expansión de Mataró, que en el siglo XVIII ya era la segunda ciudad de Cataluña, rivalizando en importancia con Barcelona. Los inmuebles de la isla de Can Cruzate han alojado, a lo largo del tiempo, edificios de uso público como la Casa de la Vila, la escribanía, las carnicerías, el horno de pan comunal o la Escuela de Artes y Oficios.

Unas obras necesarias para garantizar la seguridad

El Carrer d’en Palau roman ‘tallat’ des de Les Santes
FOTO: El Carrer d’en Palau roman ‘tallat’ des de Les Santes

El verano de 2025 Can Cruzate ha vuelto a ser noticia en Mataró. No por la definición de su futuro, sino por las obras de urgencia que se están realizando para garantizar la seguridad de las fachadas y de la calle d’en Palau, cerrada al paso de peatones por riesgo de desprendimientos. La propietaria de buena parte de la isla, la empresa municipal PUMSA, ha asumido un plan de actuaciones en cuatro fases: macizado de todos los huecos, apuntalamiento con gunita y puntales metálicos, proyectar mortero de cemento para dar solidez y, finalmente, colocar un andamiaje estructural que sujete las fachadas. Los trabajos se han dividido en dos etapas: una primera, que se ha querido terminar antes de mediados de agosto, y una segunda, a lo largo de este septiembre.

Situada en el cruce neurálgico de Iluro, el área está documentada como de interés arqueológico

Según explica la concejala de Mataró Segura y presidenta del consejo de administración de PUMSA, Núria Moreno, “el primer objetivo es garantizar la seguridad de todo el conjunto y poder reabrir la calle cuando un informe técnico acredite que no hay peligro para la ciudadanía”. Los informes que desencadenaron el cierre son del 24 y 25 de julio de 2025, y apuntan que la situación estructural de la isla hacía imprescindible una intervención inmediata. “Siempre hemos hecho mantenimiento y refuerzos puntuales —recuerda Moreno—, pero el riesgo detectado este verano nos ha obligado a actuar con contundencia”.

Este tipo de actuaciones no son nuevas en Can Cruzate: ya las había habido en 2007, 2012 y 2021, siempre con el objetivo de evitar el derrumbe de fachadas y mantener el carácter del casco antiguo. Pero esta vez el riesgo era más elevado y se ha optado por un dispositivo más completo y caro. El compromiso municipal es reabrir la calle d’en Palau hacia finales de septiembre, coincidiendo con la finalización de la última fase de las obras.

Los trabajos arqueológicos y el privado que queda

¿Pero qué pasó, en julio, para que de un día para otro se tuviera que cerrar el paso de Can Cruzate y se llegara vía procedimiento administrativo a ordenar a la única propietaria privada que queda, con residencia y negocio, que se marchara? Una inspección previa a unos trabajos arqueológicos que se tenían que realizar detectó deficiencias y peligros. “El peligro está circunscrito siempre al interior de la isla, pero vimos que no se podía trabajar con seguridad por lo que tuvimos que activar las tareas que se han estado haciendo y que cuando acaben permitirán que se puedan realizar los trabajos arqueológicos”, dice Moreno.

Situada en el cruce neurálgico de Iluro, el área está documentada como de interés arqueológico

La propietaria privada de la isla, obligada de un día para otro a cerrar su popular peluquería, ha presentado alegaciones al procedimiento que la obligó a cerrar. Se supone que a finales de septiembre, finalizadas las obras de refuerzo, podrá reabrir. En paralelo y a lo largo de los años, el Ayuntamiento ha mantenido diferentes conversaciones para adquirir la única parcela de la finca que todavía no es pública. Las negociaciones nunca han llegado a buen puerto.

Les restes arqueològiques de la domus, excavades el 2008
FOTO: Les restes arqueològiques de la domus, excavades el 2008

Un tesoro arquitectónico y arqueológico

Si el futuro de Can Cruzate es complejo es, sobre todo, porque bajo sus ruinas se esconden restos de un yacimiento romano excepcional, el de Iluro. En una parte ya está documentado un hipogeo o una carbonera, por ejemplo, o una antigua fuente. Entre septiembre y diciembre de 2008 se excavó una parte de la finca, y se documentaron los restos de una domus —una casa señorial romana— que ocupaba una isla entera en la ciudad de Iluro.

Los arqueólogos encontraron un atrio con un impluvium —un estanque central rodeado de pórtico— conservado hasta medio metro de altura, con los revestimientos originales impermeabilizantes y las marcas de las columnas que sostenían el techo. También mosaicos de teselas blancas y negras, pavimentos de opus signinum con piedras volcánicas negras poco habituales y estucos pintados en rojo, amarillo, verde y negro.

La isla es una de las últimas muestras de la arquitectura de la ciudad vieja

La casa estuvo habitada en los siglos I y II d.C., y se abandonó definitivamente en el siglo V d.C. Posteriormente, en el solar se hicieron fosas para extraer arcilla y un muro construido con técnica opus africanus, rara en el noreste peninsular. Entre el material recuperado, ahora en proceso de custodia en el Museo de Mataró, hay piezas únicas: una jarra de vidrio entera, un fragmento de vaso con la inscripción “PETRUS” —considerada una de las primeras muestras de cristianismo en la ciudad—, una pulsera de bronce, una aguja de hueso decorada con un Sileno, una lámpara metálica y más de una treintena de monedas.

Para los expertos, la domus de Can Cruzate es uno de los hallazgos más importantes de Iluro. Todo ello obliga a cualquier proyecto de futuro a compatibilizar construcción y preservación patrimonial, un reto que ya frenó intentos anteriores de desarrollo urbanístico.

Ejemplo de arquitectura

Más allá del subsuelo, Can Cruzate tiene valor en superficie. Tal como escribió el historiador del arte Gener Salicrú en los Fulls del Museu Arxiu de Santa Maria, esta isla es “una de las últimas de la ciudad vieja que se conserva sin incisiones de la arquitectura contemporánea”, con edificios que explican la evolución urbanística del siglo XVI hasta el XX. En este perímetro vivían familias acomodadas, y todavía hoy se pueden ver casonas barrocas con grandes portales y ventanales de piedra, balcones de hierro forjado y muros esgrafiados. También destaca la gran concentración de azulejos decorativos bajo los balcones, superior a la de otros núcleos históricos de Cataluña.

Este patrimonio arquitectónico, a menudo desprotegido en comparación con monumentos mayores, ha sido reivindicado por voces como Salicrú: “En Can Cruzate tenemos la oportunidad de concentrar en una sola isla la historia de la arquitectura del siglo XVI al XXI; sería una pérdida irreparable dejarla desaparecer”.

El projecte sorgit del primer Concurs d’Idees, fa quasi 20 anys
FOTO: El projecte sorgit del primer Concurs d’Idees, fa quasi 20 anys

Dos concursos de ideas y proyectos enterrados

El Ayuntamiento de Mataró lleva un cuarto de siglo intentando definir el futuro de Can Cruzate. Ha convocado dos concursos de ideas y ha tenido hasta dos proyectos sobre la mesa, que no se consideran vinculantes a día de hoy pero sí orientativos.

El primer intento serio de definir el futuro de Can Cruzate llegó en 2005, cuando PUMSA convocó un concurso de ideas. Se presentaron 47 propuestas, y la ganadora fue ‘Tall’. La propuesta se basaba en el mantenimiento del tejido urbano de las calles d’en Palau y de Santa Maria y el nuevo replanteamiento del trazado del Carreró y del frente de la plaza del Ayuntamiento; la creación de un nuevo equipamiento en la plaza del Ayuntamiento de 1.500 m2; la aparición de un nuevo espacio público con vocación de patio, vinculado directamente al Carreró y al nuevo equipamiento público; y la incorporación de un soportal en la esquina entre el Carreró y la calle de Santa Maria. Dado que se conservaban parte de los elementos arquitectónicos interesantes de algunas fachadas, la isla mantenía un aspecto similar y la mitad del sector seguía correspondiendo a viviendas (unas 18 viviendas en 1.300 m2) y comercios (320 m2).

A pesar de haber sido adjudicado en 2006, el proyecto quedó parado por un doble motivo: la crisis económica con el estallido de la burbuja financiera y con la crisis económica de ayuntamientos como el local, y el hallazgo arqueológico de la domus en 2008, que obligaba a replantearlo todo.

Entre los elementos protegidos hay:

Arcos protegidos
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Cal Notaris, obra de Melcior de Palau y Emili Cabanyes (1905), con ventanales ojivales y barandillas modernistas.

 

Ventana protegida
Ventana protegida

 

El ventanal geminado de Casa Vila, del siglo XVI, con rostros humanos y motivos simbólicos como águilas, leones y gorgonas.

2017: el Plan de Impulso del Centro

Render del projecte escollit en el Pla d’Impuls del Centre
FOTO: Render del projecte escollit en el Pla d’Impuls del Centre

Una década después, el Ayuntamiento convocó otro concurso dentro del Plan Estratégico Mataró 2022 cuando elaboraba el Plan de Impulso del Centro. El ganador fue “Mataró, ciudad ideal”, de Jordi Henrich Monràs, que apostaba por un casco antiguo totalmente para peatones, con nuevos aparcamientos disuasorios y mejoras de conexión urbana. Es divertido leer la propuesta que ganó el PIC porque proponía una estación de autobuses en Can Fàbregas o el soterramiento de las vías del tren, auténticos anatemas locales.

En Can Cruzate se han planteado equipamientos, viviendas o incluso el derribo parcial

El jurado valoró el proyecto de Henrich Monràs como el mejor de los cinco presentados, pero también mostró su entusiasmo por Centrum, de Ariadna Perich, ya que consideraban que ofrece la mejor propuesta respecto al eje Ayuntamiento-plaza del Ayuntamiento-Can Cruzate-Plaza Grande. Este sector ya entonces se veía clave para el reimpulso del casco antiguo, y lo que proponía ‘Centrum’ era situar la Casa de la Cultura Popular en Can Cruzate.

La fachada del proyecto Centrum, con la Casa de la Cultura
La fachada del proyecto Centrum, con la Casa de la Cultura

 

Sería un edificio singular que acogería las figuras y comparsas, que ofrecería un mirador al casco antiguo y al mar, que también permitiría visitar los restos arqueológicos que esconde el solar y que a la vez serviría para dar usos y servicios al mercado del Rengle de la plaza Grande. La propuesta ‘Centrum’ también preveía permeabilizar la planta baja del Ayuntamiento para conectar mejor la plaza con La Riera, y mantener los usos gastronómicos de la plaza Grande, con la posibilidad de hacer uso del edificio de los antiguos juzgados, que bordea la plaza por el lado de levante.

El Vapor Ventalló de Terrassa, que se pone como ejemplo
El Vapor Ventalló de Terrassa, que se pone como ejemplo

 

Ninguna de las dos propuestas se ejecutó, pero dejaron clara la centralidad estratégica de Can Cruzate para la revitalización del centro histórico.

Mirando al futuro: tres escenarios posibles

El futuro de Can Cruzate aún está abierto, pero las líneas de debate parecen claras.

1. Equipamiento cultural o ciudadano: retomar ideas como la resultante del Concurso de Ideas del PIC, que combinaba tres tipos de usos diferentes como la Casa de la Cultura Popular, un centro de interpretación de la domus romana o un espacio polivalente vinculado al comercio y la restauración de la plaza Grande.

2. Vivienda y comercio: seguir el espíritu del proyecto “Tall de hace dos décadas”, con una combinación de residencia y actividad económica, pero adaptado a las exigencias patrimoniales actuales y en consonancia con la planificación vigente.

3. Espacio público abierto: la opción que defiende Junts, ganando una nueva plaza en el centro histórico, con la preservación de fachadas y elementos singulares y que a la vez actúe como esponja de este epicentro de actividad social, económica, cultural y de ocio.

Sea cual sea la elección, la concejala Ruiz ha dejado claro que “durante este mandato debemos dibujar la idea de futuro. El POUM marcará la hoja de ruta y será al inicio del próximo mandato cuando podremos compartir una propuesta clara con la ciudad”.

Mataró está obligado a combinar el patrimonio histórico con las necesidades actuales

Tras el susto de Les Santes, el tablero del Centro de Mataró sigue donde estaba, con una ficha que reclama atención. Can Cruzate es, al mismo tiempo, un problema y una oportunidad. Problema, porque acumula décadas de incertidumbre, ruinas y obras de urgencia que ponen a prueba la paciencia vecinal. Oportunidad, porque pocos espacios del casco antiguo de Mataró tienen una carga tan intensa de historia, patrimonio y centralidad urbana.

Entre la domus romana de Iluro, las casas barrocas y modernistas, los dos concursos de ideas frustrados y los debates actuales sobre derribar o equipar, Can Cruzate simboliza la dificultad de gestionar la memoria histórica y las necesidades de la ciudad contemporánea. Un contraste en el que, también, Mataró parece especialmente abonada.

El 2025 y el 2026 (antes de un 2027 electoral) podrían ser los años que marquen un punto de inflexión si se hiciera caso al Plan de Mandato. Las obras de seguridad son solo un preludio. La verdadera obra pendiente es la decisión colectiva sobre qué debe ser Can Cruzate: un espacio de memoria, un motor comercial, un nuevo equipamiento cultural, una plaza abierta... o una síntesis de todo ello. El tiempo dirá si, finalmente, a la tercera va la vencida.

Vista aèria zona
FOTO: Vista aèria zona