Esta ruta es un recurrido a través de la historia de los Ubach, una familia que se instaló a la Edad Media a la sierra que ahora forma parte del Parque natural Sant Llorenç del Montón y el Obac y que prosperó en esta tierra con el cultivo de las viñas. El itinerario nos permite ver los lugares donde vivieron las diferentes generaciones de esta familia con el paso del tiempo y como evolucionaron hasta que la plaga de la fil·loxera hundió su actividad vinícola. Más allá de su vertiente histórica, la excursión nos trae por un paraje de gran belleza y pleno de tranquilidad en una salida corta, que se puede hacer en una mañana, y apta para todo el mundo, incluso para los discapacitados, puesto que el camino está parcialmente adaptado.
Encontramos Casanova del Obac en el kilómetro 10 de la carretera BV-1221, que va de Terrassa en Rellinars. El edificio, actual centro cultural del parque, es la muestra del esplendor de la alcurnia Ubach en estas tierras durante el siglo XVIII, cuando su actividad vinícola era próspera. También fue el último cortijo ocupado por esta familia, antes de caer en crisis por la plaga de la fil·loxera que acabó con las viñas a finales del siglo XIX.
Si seguimos el itinerario marcado con hitos verdes y señales rosas llegaremos hasta la casa donde vivía la familia Ubach antes de construirse Casanova: la casa vieja de la Obac, que fue el cortijo donde los Ubach se instalaron en este paraje y donde fueron progresando económicamente hasta que las tropas napoleónicas, y más tarde las carlines, quemaran el cortijo. Muy cerca del la casa vieja podemos ver el pozo de hielo que los Ubach construyeron en este lugar y que también los permitió hacer buen negocio, vendiendo hielo en verano para hasta medicinales y para refrescar las bebidas de los burgueses.
Desde el pozo de hielo, cogemos el camino adoquinado que sube a mano derecha y que nos trae hasta un camino estrecho. Lo cogemos a mano izquierda y lo seguiremos hasta llegar a la fuente de la Portella, una muestra de las muchas surgències de agua que hay en el parque natural y que brotan de las rendijas de las rocas de la montaña. El en torno a la fuente, situado en medio de un bosque de altas encinas, es ideal para pararse y descansar. En este lugar hay como un micro-clima que hace que en invierno las temperaturas sean suaves y, en verano, frescas. Este es el final de nuestro recorrido. Para volver a casa tendremos que seguir el mismo camino por dónde hemos llegado hasta aquí.

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