Josep Puig y Pla

De Cetemmsa al TecnoCampus

Ahora que CETEMMSA se ha trasladado del todo al Tecnocampus y ha estrenado nueva dirección (enhorabuena, Anna!) me gustaría recordar sus orígenes. El Centro Tecnológico que tanto buena trabajo hace en el terreno de la innovación en el textil y otros sectores, empezó en la calle de Balmes de Mataró y se inauguró regido por una sociedad anónima formada por las patronales y los gremios más activos de la ciudad y comarca. Más adelante entraron a la sociedad, subscribiendo nuevas acciones, el Ayuntamiento de Mataró, la Generalitat de Cataluña y el Consejo Comarcal del Maresme. Ahora es una fundación privada.

Pero el inicio de todo fue un proyecto del entonces Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones que se denominaba OSIT (Oficina de Servicios Integrales de Comunicación), que se beneficiaba de fondos europeos. Las OSIT en Cataluña las expandía la ICT, el Instituto Catalán de Tecnología, liderado por el Colegio de Ingenieros Industriales. El joven ingeniero mataroní Carles Fradera, que trabajaba al ICT, nos vino a ver con ilusión y ganas en el Ayuntamiento de Mataró para hablarnos.

El alcalde Manuel Mas y yo mismo como regidor de Promoción Económica (entoncesdecíamos Fomento y Trabajo) fuimos a ver el exalcalde y exministro de Industria Joan Majó, ingeniero, a su casa de Argentona. Majó nos dijo que la idea era buena, pero que en ningún caso se tenía que limitar a instalar unos aparatos de fax, télex, vídeo conferencia y poca cosa más, la idea inicial de las OSIT. Nos hizo ver que tenía que ser un proyecto más ambicioso al servicio de la industria, que aportara tecnología, innovación, creatividad, etc., más de acuerdo con el tejido económico de la comarca y no con la realidad otras zonas de España. Durante los trámites incluso fuimos a un acto en Talavera de la Reina, donde pudiéramos hablar el director general, que se decía Nadal y no era catalán, y el ministro José Barrionuevo.

Majó nos convenció e implicamos enseguida la Federación de Asociaciones Empresarios, que sobre todo con los dirigentes del textil (Sanfeliu, Moya), seanimó y comprometer. El titular del proyecto era la Corporación Municipal y para formar un ente que incluyera las asociaciones empresariales más alguna otra administración pública se tenía que constituir un consorcio. La tramitación de este era más larga y se optó por la fórmula S. a., con el compromiso que el Ayuntamientoentraría más adelante.

Así fue. El Ayuntamiento cedió el proyecto de una manera absolutamente liberal, cuando podía haber sido el único titular. Pero el cierto es que para hacerlo rentable y eficiente era básica la implicación de los empresarios, como se ha demostrado desde el primer día. El Consejo Comarcal –gobernado entonces por CiU- también quiso formar parte de la sociedad. El más largo de la negociación fueron las dos M del nombre del ente. Desde el Consejo se quería que sólotrajera una, pero desde Mataró se insistió en los dos (MM), que querían y quieren decir Centro Tecnológico y Empresarial Mataró-Maresme, S. a.

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