El Ayuntamiento de Mataró obligará a cerrar la Escuela Rural Casa Nuestra, un espacio que se encuentra en una masía catalogada denominada Can Vado y que puso en marcha un proyecto educativo y rural de ciclo infantil, primaria y secundaria. Este curso arrancaba como escuela infantil por alumnas de P3, P4 y P5. "Se niegan a dar licencia en la escuela rural alegando que el uso educativo no es compatible con la masía", explican a pesar de que también añaden que en el catálogo de usos de la masía sí que se permite. Los propietarios del centro añaden que si no se resuelven las discrepancias administrativas con el Ayuntamiento, la "granja escuela se ve obligada a cerrar su actividad y parar la obra social, así como las actividades extraescolares y el casal de verano que ya está pleno". Además del centro educativo -que arrancó en septiembre sin tener los permisos para actuar como tal- también ofrecen servicios de ocio como extraescolares y casales de verano.
Según el centro, entre extraescolares, casales, actividades y escuela hay "más de 650 familias afectadas a quienes el Ayuntamiento tendrá que dar respuesta de por qué pone inconvenientes administrativos a una escuela rural y británica". Critican que si no se soluciona pronto, las familias tendrán que buscar otros centros y casales en tres semanas de acabar el curso escolar. Actualmente hay 23 niños matriculados y según el centro se contaba con 40 plazas disponibles para el curso próximo.
Un conflicto que viene de lejos
El gobierno local abrió un expediente informativo a los promotores por haber hecho edificaciones sin su permiso, algo totalmente prohibido en un suelo agrícola. La propietaria ya dijo que las mejoras constaban al PAE, y estaba decidida a seguir con las reformas. Ante esto, el Ayuntamiento advirtió que o se paraba la obra o "no se descartaría precintar y clausurar la actividad". La regidora de urbanismo, Núria Calpe, explica que las obras continuaron, a pesar de que los propietarios dicen que lo pararon. La misma regidora destaca que hay dos expedientes disciplinarios para construir de manera ilegal en suelo no urbanizable (una cocina abierta, una casa de madera y otros espacios, relatan), y que además iniciaron la septiembre una actividad educativa por la que no tenían autorización (la de centro educativo).
Actualmente hay 20 niños matriculados y según el centro se contaba con 40 plazas disponibles para el curso próximo
Según explican desde la escuela, en agosto de 2016 la cabe de servicios de urbanismo de Mataró comunicó que el proyecto de escuela "era completamente compatible con la masía", e iniciaron los trámites necesarios. Consiguieron la inscripción como centro extranjero por el British Council y presentaron el curriculum adaptado al tipo de escolarización española (dos requisitos validados y confirmados por el departamento de Enseñanza de la Generalitat), pero faltaba la autorización del espacio para poder empezar la actividad como tercer requisito imprescindible. Esta autorización depende del Ayuntamiento. Según la regidora, en ningún caso se presentó el proyecto por evaluar-lo y a pesar de esto, la escuela empezó a dar el servicio educativo sin los permisos necesarios.
El punto de fricción
Por un lado, la directora del centro, Maria Bellmunt, explica que "seguimos sus indicaciones" para adaptarse a los requisitos legales, y que precisamente las obras hechas eran para elaborar el proyecto de actuación específica (PAE) y conseguir la licencia de actividad. Por la otra, el Ayuntamiento esgrime que son precisamente las obras las que pararon cualquier tramitación. Ahora, la escuela ha iniciado una tramitación por cambio de uso de la masía catalogada, un trámite "sencillo" aseguran que tendría que permitir "obtener la licencia en unos dos meses". La regidora Calpe, pero, apunta que cualquier actividad tendría que ceñirse en el espacio original de la masía, y en ningún caso contar con las obras que se han hecho de manera ilegal.
Desde el Departamento de Urbanismo de la Generalitat de Cataluña explican que tanto las obras de rehabilitación como el cambio de usos de una masía catalogada dependen sólo del Ayuntamiento de Mataró, y por lo tanto son los que tienen que autorizar o no esta actividad. El que sí señalan es que para permitir edificar en suelo agrícola sí que habría que estudiarlo tanto desde el Ayuntamiento como de la propia Generalitat.
La situación actual, por lo tanto, es que hay la orden de clausura de las actividades a la Masía de Can Vado porque seestán haciendo actividades sin permiso y se ha edificado en suelo agrícola a pesar de no tener autorización ni por una cosa ni por el otro. La Escuela, que alega que todos los pasos que siguieron son los que indicaron desde el Ayuntamiento, presentó el 17 de mayo el proyecto de actuación específica para intentar regularizar la situación, a pesar de que el Ayuntamiento ya alerta que los trámites pueden durar meses. Fuentes municipales relatan que el primero que se tendría que haber hecho era tener todos los papeles y requisitos, incluido el PAE, autorizados antes de hacer el resto.
Qué es la Granja Escuela?
Sus responsables explicaban que hay una gran demanda a la sociedad de escuelas unitarias, pequeñas, rurales, con aprendizajes vivenciales a través de la experiencia y la actuación directa activa del niño en su aprendizaje. Casa Nuestra combina las actividades más académicas dentro del aula con actividades prácticas a través de los animales, el huerto, los árboles frutales y la cocina. Además, emplea como lengua vehicular el inglés, de cara a garantizar que aprendan esta lengua por inmersión, hasta dominarla a nivel nativo. Una de las tareas de este espacio es colaborar con con la Escuela Educación Especial Madroño porque los niños puedan realizar terapia asistida con los animales y otras entidades como Càritas de Mataró, Centro Municipal Rocafonda, Casal el Guisante de Sant Andreu de Llavaneres y Cruz Roja de Mataró. Actividades que se ofrecen gratuitamente y destinadas a todo tipos de niños y niñas.
El centro está inscrito en el registro de centros extrangers en España como colegio británico bajo el nombre de International Rural School Casa Nuestra, un proyecto que el British Council autorizó al entender que cumplía los requisitos establecidos por este tipo de centro. Cuentan con una plantilla de diez profesores.
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