El Baile de Diablos, entre la tradición y la reivindicación El Baile de Diablos es una entidad que se fundó en 2004 y que en la actualidad aglutina tres comparsas: el baile de diablos adulto, el de diablons infantil y la figura del basilisc, la bestia del fuego. Una iniciativa que nació con la voluntad de permitir también a los hombres tener una pandilla de diablos, y ser un contrapunto de las diablesas de la ciudad.
Participaron durante cuatro años a la Escapada Negra Noche, de donde se los sacó en 2009. Fue entonces cuando reformularon el que querían aportar en la ciudad como baile tradicional. Y ahora, diez años después, reivindican que la fiesta mayor es una fiesta de todos y, por lo tanto, la necesidad de ser dentro del cortejo como entidad mataronina que son. "El Baile de Diablos de Mataró representa la lucha entre el bien y el mal, la escena del infierno y la lucha del arcángel Santo miquel contra los diablos, como se ha hecho en fiestas tradicionales catalanas históricamente", explica su presidente, Jordi Cantallops.
Un pasacalle que no se basa sólo en la crema de petardos y la presencia del fuego, sino que tiene una puesta en escena totalmente teatralitzada, con una evolución que se va viendo al paso del desfile a ritmo de tabals. "Somos una comparsa que tiene sus personajes, como Lucifer y la Diablesa, que en un momento llevan a cabo el baile hablado con esta lucha mencionada", relata. Con este nuevo modelo, la asociación entendía que tenía que estar a las Santas, y al 2012 con la Comisión que gestionaba nuevos actos para la Fiesta Mayor, propusieron la Encendida: un acto que servía de presentación y que tenía que, en los siguientes años y según aceptación del público, estudiar que el Baile de Diablos pudiera participar en otras actas como el Cortejo. "La realidad es que no seha hablado más, la Encendida quedó allá como acto destacado pero seguimos con la anomalía que una pandilla mataronina no pueda participar de los actos de fuego de su propia ciudad", lamenta Cantallops.
Pistoletazo de salida a la Encendida La Encendida está prevista por este domingo 22 de julio con una primera plantada de figuras, la representación del baile hablado, un pasacalle donde siempre hay pandillas invitadas y este año vienen la Farándula Gerundense, acto seguido se hacen los bailes de lucimiento, el pasacalle de vuelta y la encendida final donde las comparsas hacen sus bailes de despedida por orden de llegada y el Baile de Diablos, valla con la encendida que cierra el acto. Un acto consolidado, pero que sucede días antes de los grandes actas de fuego donde la asociación notiene lugar.
Desde la entidad reivindican el papel que tendrían que tener sin, en ningún caso, querer sustituir o sacar protagonismo a las figuras y pandillas institucionales. "Hay que proteger el ritual de la fiesta que gira alrededor de la familia Robafaves, pero también adaptarse a los nuevos tiempos; hace 30 años nohabía dragón y hoy es clave en el Cortejo y nadie se extraña... Por qué como entidad no podemos participar cada año de los actos de fuego? La fiesta es de todos los mataronins, no una fiesta que sólo unos ofrecen en la ciudad", relata Cantallops. Actualmente el Baile de Diablos cuenta con 40 adultos y más de 20 infantiles, y es una entidad abierta a todo el mundo puesto que "siempre hay lugar para quemar o dar un golpe mano". Este año volverán a salir no sólo a echar petardos, sino traer un cortejo, relatar un baile hablado y reivindicar que al Cortejo las Santas también puede haber un lugar para ellos.
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