El colectivo Ronda ha conseguido dos sentencias favorables en dos casos de despidos hechos "con mala fe" a los supermercados Caprabo. Son dos casos que, según explica el bufete de abogados, "dejan en entredicho la política de recursos humanos de la empresa". Uno de los casos tiene que ver con una trabajadora con nuevo años de antigüedad que trabajaba en Mataró y que se había acogido a una jornada reducida por maternidad con el pretexto que no había pagado un bocadillo. En primera instancia, los Juzgados de Mataró determinaron que no había existido mala fe por parte de la trabajadora y que tan sólo había sido una distracción que enmendó tan pronto como fue consciente de su error. El despido fue declarado improcedente y la empresa fue obligada a readmitir la trabajadora o indemnizarla con poco más de 16.000 y el pago de los correspondientes salarios de tramitación. La sentencia, explican desde el Colectivo Ronda, no tuvo en cuenta que la trabajadora se acogía en el momento del despido a una reducción de jornada para tener cura de su hijo. Por eso, los abogados llegaron hasta el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que ha declarado el despido nulo, tal y cómo prevé la ley en el caso de que el despido de una persona que disfruta de reducción de jornada por cura de un hijo no sea considerado objetivo.
Un caso similar tuvo que ver con el despido de una trabajadora con 24 años de antigüedad a la empresa, y que va sufrido mobbing laboral cuando, a mediados de 2010 al reincorporarse al trabajo después de un periodo de incapacitado temporal, se le comunicó que sus funciones habían cambiado. En vez de seguir desarrollando su tarea de dependienta de charcutería pasaba a hacer tareas de auxiliar en varias secciones. Por lo tanto, además del cambio de funciones, también cambiaba su categoría profesional y nivel salarial. En este caso, la sentencia consideró injustificada la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y obligó a Caprabo a restituir la categoría y las funciones de la trabajadora. Ante elacoso con que se encontró, la trabajadora se acogió a su derecho a rescindir el contrato y recibir una indemnización.
Por otro lado, el colectivo de abogados asegura que actualmente Caprabo ha empezado una política de traslados a la comarca del Maresme que obliga a las dependientas a cambiar de centro de trabajo de una manera aparentemente aleatoria.
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