Núria Herreras

'El gran error de las cajas fue conceder créditos a constructores'

El economista Francesc Cabana presenta su último libro, 'El crepúsculo de las cajas' en el marco de un ciclo de conferencias al Fomento Mataroní

"Las cajas lo han hecho muy mal". Así de claro lo dijo el pasado miércoles el abogado e historiador de la economía catalana Francesc Cabana en el inicio de un ciclo de conferencias organizadas por el Fomento Mataroní. El acto consistió en un diálogo con el periodista mataroní Manuel Cuyàs. El motivo fue la publicación del último libro de Cabana, El crepúsculo de las cajas, un análisis del hundimiento del sistema de cajas catalán.

Según el autor todas estas entidades se dejaron traer por la burbuja inmobiliaria "motivadas por la codicia y el afán de hacer más dinero". Los directores de oficina se veían obligados a aumentar sus créditos y "lo hacían en mercados solventes y en otros de no solventes". Pero Cabana sustenta que el principal error de las cajas no fue conceder hipotecas a la gente de calle sino al conceder créditos a los constructores. Además, se atrevió a afirmar que "si fuéramos más buenas personas, la economía iría mejor", en el sentido de que se tendrían que haber tenido más valores éticos. "No valoramos los humanos por encima de los valores económicos", afirmó

El caso de Caja Laietana
Mataró es una de las ciudades más sensibilizada con este tema. Caja Laietana era un activo muy importante de la ciudad y la comarca "hacía que Mataró fuera diferente", tal y como dijo el periodista Manuel Cuyàs. Es por eso que la pérdida de esta caja ha supuesto un golpe muy fuerte para la ciudad. Esta semana sus exdirigents han empezado a declarar a la comisión del Parlamento. 

Teniendo en cuenta que el problema de las preferentes afecta a 15.000 familias de Mataró, el caso de esta entidad tuvo fuerte presencia durante el acto.  Es por eso que Francesc Cabana quiso hacer una explicación muy clara de qué fueron las preferentes. Su tesis sustentó que esta entidad se vio forzada por el Banco de España a que aumentara sus fondos propios. La manera que encontraron fue colocar las preferentes entre sus clientes "a veces de forma deshonesta y otros sin saber muy bien el que hacían". Cabana apuntó que Caja Laietana tenía unas 270 oficinas, 20 de ellas en Madrid, y que "a buen seguro que perdieron más dinero a estas que no a las de Llavaneres, por ejemplo".

El hundimiento del sistema de cajas catalán
Pero no sólo se habló de Caja Laietana en el acto de ayer al Fomento Mataroní sino que el autor del libro quiso hacer un repaso por la evolución del sistema catalán. "Nos hemos cargado las cajas que destinaban sus beneficios a la obra social y estamos premiando en los bancos que son los que más practican la codicia", afirmaba Cabana. 

Los motivos por los cuales este sistema, formado por 10 entidades, ha acabado a estas alturas con sólo una son muy diversos. Francesc Cabana lo atribuye a qué  Europa no ha tenido nunca ningún interés al defender estas cajas  y a que ha habido constantes enfrentamientos con los bancos dentro del Estado español. Pero el más importante rae en quien manda a las cajas. En los bancos queda muy claro, puesto que que la gestión queda en manso de un consejo de administración pero  a las cajas todo el peso recae en el director general y "todo depende de si esta persona lo hace bien o no".

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