Super Mario es atemporal. El personaje que hizo reavivar los videojuegos a mediados de los años ochenta con la NES de Nintendo sigue plenamente vigente más de 30 años después. El gran cambio por la saga llegó el 1996 con Super Mario 64, un salto de las 2D a las 3D que cambiaba los objetivos del referente de la compañía japonesa. Ya no valía sólo saltar y superar obstáculos, sino que hacía falta, también, explorar. Y es precisamente esto el que propone el nuevo Super Mario Odyssey de Nintendo Switch, que sale a la venta este viernes 27 de octubre.
Después de diversas entregas, Mario vuelve al concepto de aventura de exploración que popularizó con Mario 64 y Sunshine. Esto quiere decir que se recuperan los escenarios de gran medida donde el jugador podrá buscar todo tipo de objetivos sin ninguna orden preestablecido. Entre las novedades de esta entrega destaca el hecho que se podrán visitar localizaciones totalmente diferentes: desde un desierto ambientado con atrezzo de México hasta una ciudad con personajes reales cómo si fuera en medio de Nueva York.
A nivel de controles, la gran apuesta que hace Mario Odyssey respeto las anteriores entregas tiene que ver con la gorra de en Mario. Esta tiene vida propia, se puede tirar para atacar los enemigos pero sobre todo para poseerlos. Esto quiere decir que podremos controlar a todo tipo de enemigos y usar sus habilidades para poder acceder a lugares imposibles o para poder descoyuntar rompecabezas y situaciones que no se pueden salir adelante con las habilidades básicas del protagonista. Switch también sale con un pack con el juego el mismo viernes.

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