No fue el día 25 ideal, pero podría haber sido peor. La jornada más intensa y, para muchos, más querida de Les Santes pudo salvarse de las inclemencias meteorológicas y mantener gran parte de sus ingredientes, aunque con alteraciones de distinta índole que en algunos casos deslucieron los actos.
La amenaza constante de lluvia, que de hecho se concretó en varios momentos de la tarde y la noche, marcó totalmente el día. La Crida, con el alcalde proclamando desde el balcón del Ayuntamiento el inicio de la Fiesta Mayor y los primeros bailes de las figuras y comparsas, tuvo que retrasarse unos 45 minutos. Se aprovechó una breve tregua del mal tiempo para poder llevarla a cabo, entre chaparrones, y con miles de personas esperando pacientemente a las puertas del consistorio.
La tarde fue frenética para intentar que los actos se celebraran sin poner en peligro ni a los miembros de las colles, ni a los asistentes ni a las figuras. Estas últimas fueron trasladadas en camión al Ayuntamiento y se tuvo que anular el pasacalle de Cap a la Crida, haciendo que salieran desde dentro del consistorio para bailar ante los mataronenses.
La Nit Boja, en cambio, no tuvo que retrasarse, pero sí que presentó otras incidencias. A las 23.30h empezó, puntual, el Desvetllament Bellugós. Pero los accesos al acto, y su aforo, se vieron alterados por los problemas estructurales detectados en Can Cruzate, el edificio histórico y en estado ruinoso de la calle d'en Palau, donde precisamente había uno de los puntos de control para entrar al casco antiguo. Además, como ya se temía, la Escapada a negra nit se vio deslucida por los "petardos fallidos" de la pirotecnia colgada a lo largo del recorrido, que había quedado totalmente empapada por la lluvia, incluida la habitualmente espectacular traca final en la plaza del Ayuntamiento.
Las mejores imágenes del viernes 25