Gemma Badia, la satisfacción de hacer ganar los otros

La mataronina Gemma Badia (25 años) se estrenó en el mundo del triatlón ahora hace cuatro años. Deportista desde pequeña y jugadora de baloncesto, Badia siempre le ha gustado correr y probar todo tipo de disciplinas. En los últimos tiempos, además, se ha convertido en guía por deportistas con discapacidad visual, una tarea que le permite la doble satisfacción de hacer ganar a los otros. "Un día probamos con una amiga el mundo del triatlón y nos enganchamos, desde entonces estuve entrenando hasta entrar al club VO2 donde me encuentro actualmente", explica Badia.

El atleta de la capital del Maresme decidió dar un paso más cuando la Fundación Fedamar buscaba perfiles de guías para competir con ellos. "Sabían que practicaba triatlón y me dijeron que si lo quería probar; la verdad, yo no traía mucho tiempo con este deporte pero la propuesta me llamó mucho la atención y no me quise quedar sin ganas de probarlo", desgrana. Badia admite que fue una decisión acertada: "poder ayudar a una persona que quiere practicar un deporte que le gusta pero que sola no podría hacerlo es realmente una sensación muy especial y satisfactoria".

Con esta modalidad, y compitiendo con la compañera Gema Sevillano, Badia ha participado en triatlones por todo Cataluña, en Campeonatos de España y también en duatlons puntuablees internacionales, además de un mundial de duatló.

Las diferencias del entrenamiento individual respete el que tiene que hacer una guía son importantes. "En todo momento tiene que existir plena comunicación y confianza con el deportista con discapacidad visual. ". Badia recalca que hay particularidades únicas en estas competiciones, como por ejemplo el hecho que dentro del agua "vamos ligadas con una cuerda", a salto de mata a pie también se va cogidas de una cuerda de la mano y en bicicleta "se realiza con tándem".

Por todo esto, Badia cree que el más importante es tener "muy buena coordinación y comunicación". "Antes de empezar a hacer de guía nunca había subido a un tándem y, por lo tanto, me tuve que formar a través de la ONCE de ciclismo; gracias a esto y de consejos que me van dando he podido aprender a usarlo". Por ella, el mejor de hacer de guía es "la satisfacción es llena, puesto que me llevo experiencias únicas".