Esta entrevista forma parte del Anuario 2018 publicado por Renacuajo, donde se resumen los grandes temas del año que hemos dejado atrás. Montse Prat es co-autora del libro 'Prevención de la violencia de género en la adolescencia', ha sido más de una década haciendo talleres de prevención a escuelas y es enfermera del Consorcio Sanitario del Maresme.
Durante más de diez años has hecho talleres de prevención sobre violencia de género a las escuelas. Qué ha cambiado?
A pesar de que el receptor es el mismo, adolescentes con ganas de tener relaciones, ha cambiado sobre todo el hecho que hay más conocimiento sobre el tema. Pero los estereotipos que tienen inculcados son los mismos.
A que te refieres?
La idea del amor romántico, los condicionantes que nos rodean si somos niños o niñas... Seguimos pensando que el niño tiene que ser fuerte, valiendo y un punto malo, mientras que la chica tiene que ser dulce, tierna y sumissa. Cuando se los dices lo niegan, pero cuando hagamos casos prácticos y 'role-playing' los estereotipos afloran.
No han cambiado nada los estereotipos?
Están muy arraigados, y algunos cambian de forma y se adaptan a la sociedad. Por mucho que Disney haga princesas más valientes y ahora creamos cuentos donde la caputxeta no se asusta del lobo, si después otros programas televisivos echan por tierra el trabajo hecho, cuesta avanzar.
Mataró innova y combate la violencia de género desde varios frentes.
Todos los pasos que se hagan contra la violencia de género son muy importantes y somos una ciudad pionera y ejemplar en este sentido. La instalación de puntos lilas son importantes, porque trabajar en la zona de ocio nocturno es clave: allá se establecen las relaciones de los jóvenes.
Qué supone una manifestación como la del 8 de marzo?
La demostración que el movimiento feminista es imparable. Hace falta empoderar a las mujeres, que se sientan fuertes para no caer en posiciones de sumisión. Ya toca que la mujer se lo crea porque está presente en todos los ámbitos de la vida.
Después de los casos de violencia de género recientes al Estado, parece que el foco esté sobre el castigo de los asesinos...
La dureza de las penas es importante, pero más lo es cumplir con los compromisos. Tenemos una Ley de violencia de género que habla de protección integral, pero sólo se aplica en el ámbito jurídico. No se avanza en la co-educación. Si no trabajamos con los niños, no cambiarán conceptos erróneos que tienen y que van arrastrando cuando se hacen grandes.
Qué nos depararà el 2019?
Soy optimista. Desde 2005 hasta ahora hemos avanzado y visibilitzat muchas cosas. Hay un cambio generacional que no se parará y que seguirá trabajando por la igualdad.
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