Este itinerario de un par de horas, trae el excursionista a descubrir la pequeña zona de los Pajares. Se trata de una zona muy singular dentro de la región de Agujas. El recorrido empieza a Can Maçana y progresa hasta el cuello de Guirló, desde donde se puede contemplar la espectacular altura de las agujas de esta región en su vertiente noroeste. Desde este cuello se coge el camino que, bajando hacia el torrente de la Diablera, va a buscar el camino que une el municipio del Brezo con la zona de los Pajares. Este camino, un golpe abandonado el torrente, se ensarta hasta encontrar la era de los Pajares. Desde este lugar se resigue toda la carena descubriendo cada una de las rocas que constituyen los Pajares. Al final de la carena se coge un corriol que, con un rápido descenso, va a buscar el camino del Rojo del Xincarró. Cerca del cruce de los dos caminos se encuentran dos formaciones características de esta parte de Montserrat, el Jarrón y el Timbaler del Brezo. El regreso en su punto de partida es por una pista que trae directamente al cuello de Can Maçana a través del camino de las Batallas.
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El itinerario empieza en el área de descanso de Can Maçana situada al cortijo del mismo nombre. Se sale desde el aparcamiento por el camino que en su parte superior en suave pendiente se orienta hacia el macizo. Es el GR172 señalizado con las marcas blancas y rojas. Antiguamente se conocía como el camino del Socavón. A pocos metros de iniciar la marcha se encuentra un cruce señalizado con un palo indicador y un plafón con las rutas de BTT por esta zona. La pista de la derecha puerta al Brezo. Hay que proseguir con la subida ahora más pronunciada por la vertiente izquierda del cerro del Castillo de la Guardia. Se empiezan a ver marcas de sender de gran recorrido GR (blancas y rojas) y de sender de pequeño recorrido PR (blancas y amarillas).
A la izquierda del camino hay un rellano con un panorámico de interpretación de la visión orientada al norte. Se ve los Pirineos, el Puerto del Conde y el Cadí, además de disfrutar de una amplia visión de la comarca del Bages.
Cuándo habremos andado un cuarto temprano, llegaremos al cruce de Santo Pau Viejo. A la derecha de la marcha sale una pista amplia que sube a las ruinas de Santo Pau Viejo y del castillo de la Guardia. La iglesia románica está reaturada. Hay un mirador con un panorámico interpretativo de la pared oeste de la región de Agujas. Se sigue de derecho por la pista. A continuación se ven las rocas de la región de Agujas y al fondo, a la izquierda, la Cadireta y la roca Foradada.
Llegamos al inicio del Cuello de Guirló. Este cuello es una zona ancha antiguamente usada de aparcamiento de coches. Hay un letrero que indica el camino que a la derecha, en fuerte bajada, puerta en la zona de los Pajares y al Brezo a través del torrente de la Diablera. El letrero no indica que traiga a los Pajares. A la izquierda se deja el camino que continúa como GR172.
El camino baja de manera pronunciada. Poco después, a la derecha, una señal indica la pequeña zona donde hay restos arqueológicos de civilización calcolítica en Montserrat. Desde este lugar sale un camino que baja rápidamente hacia el torrente de la Diablera. A su inicio se encuentra el megalito de la Diablera, que señala la zona de entierro que se encuentra bajo mismo, junto al torrente, y que es conocida con el nombre de cueva Tapada. En este lugar, que más que una cueva es un abrigo natural, las excavaciones de Joan Maria Casa de Mujer al siglo XIX se encontraron restos cerámicos y otros enseres, junto con 8 cráneos. Parece que la cueva Tapada era una cámara funeraria.
A muchos pocos metros de la señal, a la izquierda, hay un pequeño corriol que trae a otro abrigo natural conocido como cueva de las Goteras, donde a mediados de siglo XX Pere Redón encontró también restos de una antigua civilización.
Llegamos al cruce con una señal que indica el camino de los Pajares. El camino de la derecha puerta al camino de las Batallas que viene desde el Brezo. Hay que coger el camino de la izquierda. Durante un rato el camino planea suavemente por debajo de las Portezuelas. Un golpe pasadas estas hay una pequeña subida. Cuando ya son visibles los Pajares el camino vuelve a bajar ligeramente. Seguimos hasta encontrar un nuevo cruce con señal indicadora. Hay que seguir por el camino de la izquierda. El camino de la derecha es el que une el Bruc con los Pajares. Empiezan unas marcas blancas y verdes. Desde aquí tendremos una vista aérea del Brezo de Arriba. Seguimos por una pequeña subida.
Hasta aquí, habremos andado unos tres cuartos temprano desde el inicio del itinerario. Llegamos a un pequeño rellano conocido como la era de los Pajares frente a la cual continúa, en dirección sur, la carena de los Pajares. Hay buena vista de una amplia parte de la región de Agujas Desde este lugar sale un camino que, resiguiendo en parte el torrente de los Cerezos, puerta al refugio Vicenç Barbé.
La carena de los Pajares está formada por un conjunto de rocas redondeadas que recuerdan los antiguos pajares. Primero se encuentra la solitaria roca de la Era de los Pajares, después vienen cuatro formaciones llamadas Agujas de la Era de los Pajares. Por su forma recuerdan unas muelas. A continuación hay las rocas de los Pajares del Mal Año. Finalmente la carena se cierra con dos formaciones muy características: la Tisora y la Tisoreta. La primera, tal como indica su nombre, es una roca con dos puntas; la segunda es una roca que tiene lo centro vacío en forma de cruz. Hay que seguir un pequeño camino que, señalado con unas marcas verdes, resigue por bajo las diferentes rocas de los Pajares por su vertiente oeste.
Encontramos la Tisoreta, pequeña formación rocosa, que señala el final de la sierra de los Pajares. Desde este lugaruna vista aérea que alcanza desde las proximidades de Can Jorba, el Rojo del Xincarró y buena parte del camino que une la Viña Nueva y el Bruc. Hay que coger un camino marcado con señales azules que sale detrás de la Tisoreta. Encontraremos una bajada pronunciada por un roquissar. Ahora las marcas, de repente, son verdes. El camino baja por un torrente.

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