Standstill son uno de los grupos más respetados e influyentes de la escena musical independiente del Estado español. La banda barcelonesa se lo ha ganado a polvo con los discos que ha publicado, desde The Ionic Spell (2001), hasta Vivalaguerra (2006). Trabajos en que han mantenido un gran nivel pero que poco tienen que ver entre sí. Cuando debutaron, a principios de la década, de la mano del ya mítico sello BCore, eran un grupo de hardcore, a la estrella de bandas del "sonido Washington" como Fugazi, intenso y llevar, pero a la vegada bastante complejo. Revistas como Mondosonoro consideraron The Ionic Spell lo mejor álbum español del año. El siguiente trabajo, Memories Collector, los arreció en esta línea, perfeccionada con mejores canciones y un sonido más expansivo.
Pero la escena hardcore catalana cada vez estaba más saturada, y Standstill corrían el riesgo de difuminarse entre la gran cantidad de grupos similares que, de hecho, no dejaban de copiar una idea ajena ya bastante agotada en el panorama internacional. El golpe de timón era necesario y llegó en forma de disco homónimo, publicado en 2004. El cambio más visible fue el del idioma, del inglés al castellano. Pero no sólo esto: la agresividad de sus dos primeros discos dioa una visión del rock mucho más rica, sin fronteras. Fue su trabajo más discutido, puesto que el repentino cambio de rumbo comportaba que saltaran algunas costuras y se hicieran patentes las imperfecciones.
El disco homónimo fue un trampolín perfecto para asentar su carrera, como se vio en el siguiente trabajo, Vivalaguerra (2006), el último hasta ahora de su trayectoria. Vivalaguerra es el disco más personal de Standstill, tanto en el ámbito musical como el lírico, un paso firme en su propia evolución que se traduce en canciones rodonoes como Miedo qué me llamas a estas horas, La risa funesta, 1, 2, 3 Sol, temas más lentos y relajados como Aire, o piezas con nuevos matices, incluso flamencos, como Víctor San Juan. Un gran éxito que presentarán este sábado en la sala Clap, que ya habían visitado con anterioridad cuando eran un grupo más avezado al hardcore. Ahora es la hora de comprobar los efectos del cambio.
Sábado, día 24. A las 10 de la noche a la sala Clap. Precio: 14 euros (taquilla), 12 euros (anticipada), 11 (web).

Imagen promocional del grupo
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