Allí en Mataró había un tranvía... Hace ya muchos y muchos años; de hecho, este 2025 se cumplen 60 de su desaparición, tras diversas calamidades y la pérdida de popularidad respecto al incipiente vehículo privado. ¿Pero de dónde venía todo? Hay que remontarse a casi un siglo atrás, al 27 de mayo de 1928, cuando Mataró vivía uno de los acontecimientos más esperados de la época: la inauguración del tranvía eléctrico que la conectaba con Argentona.
El proyecto, impulsado por el empresario Antoni Gaillard y el político argentonense Eduard Fortí, había sido largamente gestado y rodeado de polémicas urbanísticas y resistencias sociales. No obstante, el nuevo medio de transporte, gestionado por la compañía TRANMASA, triunfó desde el primer día, uniendo a las obreras mataronenses con los veraneantes burgueses de Argentona por un precio asequible de 60 céntimos.
Durante décadas, el tranvía se consolidó como una pieza clave de la movilidad local, sustituyendo las tartanas y conectando barrios y municipios cercanos. Tal como relata el historiador Xavier Nubiola de Castellarnau en el Cercle Històric Miquel Biada, la infraestructura —de vía única y con varios cruces— fue ganando pasajeros, especialmente con la llegada de recién llegados al barrio de Cerdanyola durante la posguerra. TRANMASA amplió la flota comprando vehículos de segunda mano de la red de tranvías de Barcelona.
Tranvía de Mataró a Argentona
Problemas y pérdida de popularidad
Sin embargo, el tranvía de Mataró también acumulaba problemas: una estructura urbana que dificultaba su circulación, un número creciente de accidentes y una competencia creciente del transporte privado. Uno de los momentos más negros fue el accidente del coche núm. 3, que volcó el 1 de octubre de 1961, y que contribuyó al declive del proyecto. La muerte de su gran valedor, Eduard Fortí, en el año 1965, fue el golpe final.
Finalmente, una devastadora tormenta la noche del 9 al 10 de octubre de 1965 provocó la crecida de la Riera de Argentona y del Torrent d’en Boada. El puente del tranvía quedó destruido, y las cocheras y la subcentral eléctrica de Mataró, gravemente afectadas por las inundaciones. Aunque el servicio se restableció brevemente con autobuses, el 10 de octubre de 1965 se considera oficialmente el punto final del tranvía entre Mataró y Argentona.[banner-AMP_5]
El legado que perdura
Hoy, aún quedan vestigios de aquel entrañable tranvía, como el coche núm. 2, expuesto en la plaza Nueva de Argentona, o el núm. 3 “La Treseta”, que se puede ver en la plaza Granollers de Mataró. Declarados Bienes Culturales de Interés Nacional, son testigos de una época en que el tranvía revolucionó la movilidad urbana en la capital del Maresme.[banner-AMP_6]
Inauguración del Tranvía, en el año 1928
También perdura la canción popular:
"Allí en Mataró había un tranvía
que era de cartón y va por la vía.
Tralará, la, la, caray qué tranvía.
Tralará, la, la, qué bien que se va.
El primer vagón se sale de la vía
y a tomar un vermut la gente y el tranvía.[banner-AMP_7]
Tralará, la, la, caray qué tranvía.
Tralará, la, la, qué bien que se va.
El segundo vagón se sale de la ruta
porque el conductor es hijo de Calcuta.
Tralará, la, la, caray qué tranvía.
Tralará, la, la, qué bien que se va."
Tal y como explican en la web Cantum.cat, se trata de una adaptación de la tonada de la canción popular "La Filadora" o "Un pobre pagès". En 1969 la popularizó el grupo La Trinca en un popurrí llamado "Tocata i fuig com puguis II" del disco "Tots som pops". En 1990 el grupo Follim Follam hizo una versión más atrevida, en el disco "Cançons porques 2".[banner-AMP_8]
¿Y si volviera el tranvía?
Sesenta años después de su desaparición, el tranvía vuelve a estar sobre la mesa. El auge del transporte público sostenible ha reabierto el debate, y la Fundación Movilidad Sostenible y Segura (MSS) defiende firmemente la recuperación del servicio entre Mataró y Argentona. Su propuesta es un tranvía moderno de superficie, de 10,6 km de longitud, que conectaría con un circuito de rondas dentro de Mataró y serviría hasta a 140.000 habitantes.[banner-AMP_9]
A diferencia del proyecto ferroviario orbital entre Granollers y Mataró, calificado por la Fundación como “faraónico” y “poco eficiente”, la nueva línea de tranvía se ofrece como una solución práctica y más asequible (unos 100 millones de euros), con una estimación de hasta 4 millones de viajeros anuales. La idea es complementar el servicio de Cercanías y mejorar la conexión entre barrios, a la vez que se reduce el uso del vehículo privado.[banner-AMP_10]
Además, el proyecto incluye una red de autobuses de enlace, corredores verdes, carriles bici y una transfo