Hace una década, agosto era sinónimo de persianas bajadas, calles medio desiertas y poca actividad más allá de la resaca de Les Santes. Mataró entraba en una especie de hibernación estival que contrastaba con la vitalidad de otras poblaciones costeras. Pero esto ha cambiado de forma notable en los últimos años. La afluencia creciente de visitantes —sobre todo turismo familiar, con predominio del sur de Francia, pero últimamente también de orígenes tan diversos como Estados Unidos, Japón o Nueva Zelanda— ha transformado el paisaje comercial y cultural del mes de agosto.

Una ciudad que ya no cierra por vacaciones
La presentación, esta semana, de la oferta estival de Mataró sirvió a los presentes para reflexionar sobre este cambio del mes de agosto. Según David Bote, alcalde de Mataró, la ciudad “se ha ido adaptando” a esta nueva realidad: “Tengo la sensación de que esto ha ido cambiando. El tejido comercial y de restauración ha cambiado de enfoque. Antes agosto era sinónimo de vacaciones y cierre, ahora es un buen mes. La restauración, por ejemplo, ya hace vacaciones en otros momentos del año porque sabe que en agosto hay mucha actividad”.
Este cambio de tendencia también es constatado por el tejido económico local. Desde Negoci Empresa Mataró (NEM), entidad que agrupa comerciantes y restauradores de la ciudad, aseguran que “hace unos años agosto era el peor mes de facturación; ahora, en cambio, es uno de los mejores, especialmente para la restauración”. Esto se refleja en la disminución de tiendas cerradas por vacaciones y en una ocupación casi plena en los establecimientos turísticos de la ciudad.

Casa Parera, restaurante de Mataró: para el sector, agosto es clave
Turismo familiar y diversificado, sin masificación
La apuesta de Mataró no es la del turismo de masas ni el desenfreno. Su perfil se ha mantenido como ciudad de turismo tranquilo, familiar y con una oferta cultural variada, muy bien valorada por quienes pernoctan. Fuentes municipales destacan un crecimiento sostenido año tras año, con una progresiva diversificación del perfil del visitante: “Predomina el turismo de proximidad y estatal, pero cada vez más se añaden visitantes internacionales, especialmente franceses, pero también de otros países europeos, americanos y asiáticos”, aseguran.
Esta evolución ha convertido a Mataró en un complemento atractivo a Barcelona, con más tranquilidad, precios competitivos y propuestas dirigidas a todos los públicos. El porcentaje de ocupación durante agosto alcanza casi el 100%, lo que contrasta con la imagen de ciudad vacía que arrastraba hasta hace poco. También se ha notado un cambio en la dinámica policial, ya que ahora la comisaría de la ciudad recibe refuerzos de otros destinos para afrontar la temporada de verano, y no al revés como ocurría antes.

El Hotel Atenea de Mataró
Actividades para todos y comercios que no cierran
La ciudad mantiene una agenda cultural y lúdica activa durante todo el verano, con iniciativas como el Festival Nosaltres o el Posidonia Fest, el programa Diverestiu o las habituales visitas guiadas y rutas turísticas. Esta programación estable ha ayudado a fidelizar el turismo estival, que busca alternativas más relajadas a la saturación de otros puntos del litoral catalán.

En cuanto a los alojamientos, la veintena de apartamentos turísticos legales registrados permite absorber parte de la demanda sin caer en una masificación. Desde el Ayuntamiento, se ha optado por no ampliar por ahora las licencias, a la espera de ver cómo evoluciona el mercado.
Finalmente, otro indicador positivo es el bajo porcentaje de locales comerciales vacíos en comparación con municipios similares, una señal de dinamismo y rotación comercial: “Hay modas, cambios y rotación, pero el centro de Mataró mantiene su vitalidad y atractivo comercial”, concluyen desde NEM.
Las noticias más importantes de Mataró y el Maresme, en tu WhatsApp
- ¡Recibe las noticias destacadas en tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
- Entra en este enlace, haz clic en seguir y activa la campanita
Comentarios