La carga inductiva, una tecnología que hace décadas que convive con nosotros en ámbitos como la medicina o los cepillos de dientes eléctricos, dará el salto definitivo al sector del automóvil. El próximo Porsche Cayenne eléctrico, que llegará a finales de este año, será el primer coche del mercado que se podrá cargar sin cables, utilizando el mismo principio de inducción electromagnética que ya se aplica a los teléfonos inteligentes.
¿Cómo funciona la carga inductiva?
El sistema es muy similar al de una base de carga doméstica. La Porsche Wireless Charge es una placa que se conecta a la red eléctrica y se instala en el suelo, ya sea en un garaje o en una plaza de aparcamiento exterior. Cuando el vehículo, equipado con una placa receptora, se sitúa encima, la suspensión neumática baja unos centímetros para acercarse al máximo y comenzar el proceso. La potencia máxima alcanza los 11 kW, suficiente para una recarga completa en casa durante la noche.
Una de las principales preocupaciones es si el aparcamiento debe ser milimétrico. Porsche asegura que la tecnología de banda ultraancha guía al conductor para colocar el coche en la posición exacta. Las cámaras del vehículo ayudan en la maniobra y, una vez la posición es óptima, un aviso en el cuadro de instrumentos indica que solo hay que activar el freno de mano para que comience la carga.
Seguridad y facilidad de uso
La placa, que pesa 50 kg y tiene unas dimensiones de 117 x 78 x 6 cm, está diseñada para resistir la intemperie: lluvia, nieve o incluso el paso accidental de un vehículo por encima. Además, incorpora módulos LTE y WLAN para recibir actualizaciones de software de manera remota. Porsche también ofrece un servicio de instalación profesional para garantizar el correcto funcionamiento del sistema.
La gran ventaja de esta tecnología es la comodidad. No es necesario manipular cables, enchufar o desenchufar el vehículo: simplemente se aparca y el proceso se inicia de forma automática. Esto también evita la necesidad de instalar un punto de carga mural tradicional, a menudo inviable en comunidades de vecinos o espacios públicos.
Un SUV a la vanguardia
Más allá de la carga inductiva, el nuevo Cayenne —conocido internamente por el código E4— será también el Porsche con la carga más rápida del mercado. En corriente continua, podrá alcanzar hasta 400 kW de potencia, superando al Macan (270 kW) y al Taycan (320 kW). Esta cifra lo sitúa entre los vehículos eléctricos con recarga más rápida de Europa, al nivel del nuevo smart #5.
Evidentemente, los 11 kW de la carga inalámbrica no se pueden comparar con estos registros, pero cubren perfectamente el uso doméstico. La visión de Porsche es que, a medio plazo, la tecnología permita alcanzar potencias más altas y que, en un futuro, se pueda cargar en la vía pública simplemente deteniéndose sobre una placa en la calle.
Una apuesta de futuro
Con esta innovación, Porsche no solo busca reforzar el prestigio tecnológico de la marca, sino también simplificar la experiencia de uso de los eléctricos. Si la carga inductiva se extiende a otros modelos y fabricantes, podría convertirse en un punto de inflexión para la adopción masiva del vehículo eléctrico: cargar sería tan sencillo como aparcar.
En definitiva, el nuevo Cayenne eléctrico promete ser mucho más que un SUV de altas prestaciones: se presenta como el pionero de una nueva manera de entender la movilidad eléctrica, cómoda, limpia y sin cables.
Fuente: www.motorpasion.com
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