Los vecinos lamentan la presencia de estos individuos en la plaza, que califican como "agresivos". Fotos: cedidas
Los vecinos lamentan la presencia de estos individuos en la plaza, que califican como "agresivos". Fotos: cedidas

La degradación y el incivismo en la plaza de la Coca tensionan el frente marítimo de Mataró

Los vecinos aseguran vivir con miedo por la presencia diaria de un grupo de individuos marginales y conflictivos. La presencia policial es constante pero el Ayuntamiento defiende un abordaje social para un problema "muy complejo"

La plaza de la Coca de Mataró es uno de los nuevos espacios urbanos surgidos de la remodelación del frente marítimo de Mataró, entre las calles Lepanto y Sant Agustí, alrededor del cual se han construido en los últimos años pisos que se han llegado a vender por más de 400.000 euros. A pesar de su ubicación privilegiada —a primera línea de mar y cerca del centro y de la Estación—, en los últimos meses la zona dista mucho de ser idílica para sus residentes.

Un grupo de personas de perfil marginal y vulnerable, y en algunos casos conflictivas, ha ocupado el espacio público: pasan el día y hasta hace poco la noche bebiendo, drogándose y ocupando las zonas de juego infantil, orinan y defecan en la calle y, según algunos vecinos, llegan a amenazar peatones e intentar robar comercios y aparcamientos del entorno. Algo que ha puesto a los vecinos en máxima alerta, hasta el punto de organizar una protesta que tuvo lugar ayer miércoles por la tarde para visibilizar la situación. 

Ocupando las zonas de juego

Ocupando las zonas de juego

“Hace meses que la zona de la estación y la plaza de la Coca se ha convertido en un punto de conflicto permanente”

A pesar de la preocupación vecinal, el Ayuntamiento de Mataró asegura que la plaza y su entorno cuentan con presencia policial constante y una atención especial de los servicios municipales. La concejala de Vía Pública, Núria Moreno, reconoce que “la situación es compleja y no tiene una solución rápida”, pero defiende que “se está trabajando de manera transversal con policía, Servicios Sociales, Limpieza y Personas sin Hogar” para abordar un problema con “un fuerte componente social, no solo de seguridad”.

Según Moreno, en el último año se han realizado cerca de 290 actuaciones policiales, la mayoría de carácter preventivo, y se han levantado 79 denuncias e identificado a 85 personas. “No estamos ante un problema delictivo sino sobre todo de convivencia”, apunta, y recuerda que “las multas o la fuerza no sirven cuando se trata de personas con adicciones o trastornos mentales; hace falta un trabajo social de fondo”. Moreno destaca que la policía no puede actuar con detenciones o con una fuerza desproporcionada en casos que no se pueden tipificar como ilícitos penales.

Vecinos indignados: “No son personas vulnerables, son peligrosas”

La tensión se hizo evidente ayer miércoles 29 por la tarde, cuando una sesentena de vecinos se concentraron de forma espontánea para denunciar la “situación de inseguridad y degradación constante” que aseguran vivir. Al encuentro asistieron representantes municipales, entre ellos la concejala Núria Moreno, y terminó con momentos de tensión después de que algunos de los individuos señalados por los vecinos se acercaran a increparlos y amenazarlos delante de todos. La acción vecinal también contó con la presencia de José Casado, concejal de Vox, partido que ha llevado la problemática que se vive en la plaza en varias ocasiones al Pleno y que también ha mantenido reuniones con los residentes.

Según los citados vecinos, el conflicto se ha agravado en las últimas semanas. “Al principio se sentaban en los bancos, bebían y dejaban suciedad, pero ahora hay ocupación constante del espacio público, peleas, amenazas e incluso extorsiones a comerciantes y vecinos”, relata un residente que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias.

Nuevo espacio en el frente marítimo, entre las calles Lepanto y Sant Agustí. Foto: R.Gallofré

El sector del frente marítimo entre las calles Lepanto y Sant Agustí que sufre el problema. Foto: R.Gallofré

“No se les puede tratar como gente desvalida; tienen antecedentes y vienen con otros objetivos”

Los vecinos critican que las administraciones consideren a este grupo como personas vulnerables. “No se les puede tratar como gente desvalida; tienen antecedentes y vienen con otros objetivos”. Denuncian casos de agresiones físicas, robos en trasteros y garajes y situaciones violentas. “Una mujer del grupo fue agredida; cuando intenté ayudarla, dos personas me increparon y me acorralaron contra una pared. La policía tardó quince minutos en llegar, pero ya era la sexta vez que venían ese día”, explica un vecino, que lamenta que los agentes "están, están presentes, pero no pueden actuar con contundencia".

Los vecinos se quejan de que los miembros de este grupo defecan en la plaza

Los vecinos se quejan de que los miembros de este grupo defecan en la plaza


Los puntos clave del caso

  • Vecinos denuncian amenazas, consumo de drogas y robos, y alertan de una “situación de miedo y degradación constante”.
  • El Ayuntamiento afirma que hay una “presencia policial sostenida” y casi 300 actuaciones en un año, el 85% de las cuales proactivas.
  • El consistorio identifica el problema como un caso de “máxima vulnerabilidad social”, con personas con adicciones y trastornos mentales.
  • Núria Moreno propone un espacio de diálogo con representantes vecinales y advierte que “no hay soluciones fáciles ni mágicas”.
  • Los residentes reclaman actuaciones “antes de que ocurra alguna desgracia”.

Robos, destrozos y miedo en la calle

“No dejamos salir a los niños solos, y evitamos pasar por ciertas zonas”

Aunque la mayoría de incidencias son de convivencia, los vecinos alertan que el conflicto va más allá: relatan robos reiterados en aparcamientos y trasteros, rotura de escaparates para sustraer cajas registradoras y presencia de venta de droga. “Ya no dejamos salir a los niños solos, y evitamos pasar por ciertas calles, incluso de día. Hemos invertido mucho para venir a vivir aquí, queremos aportar valor a la ciudad, pero la situación se nos está yendo de las manos”, lamenta otro residente.

Uno de los individuos durmiendo en un banco

Uno de los individuos durmiendo en un banco

Los vecinos exigen presencia policial continuada -que el Ayuntamiento defiende que ya se lleva a cabo-, el cierre nocturno de la zona infantil y la reconfiguración del espacio público para evitar puntos de conflicto. “No puede ser que haya gente bebiendo y drogándose a las diez de la mañana en las zonas de juego y delante de un centro educativo (la Escola Pia). Hace falta una actuación preventiva y decidida antes de que ocurra una desgracia”, alertan. “Nos dicen que no hay herramientas legales, pero ¿qué más tiene que pasar? ¿Que alguien salga muy perjudicado o haya una agresión sexual?”, se preguntan.

La zona de juegos infantiles de la plaza, tomada por estos individuos

La zona de juegos infantiles de la plaza, tomada por estos individuos

El Ayuntamiento insiste: no es un problema delictivo, sino de convivencia

La concejala Núria Moreno defiende que la plaza “es un espacio con mucha movilidad de personas” por su ubicación estratégica, lo que “genera complejidad en la convivencia”. Asegura que se trabaja “desde hace años” con interlocución directa con vecinos y mejoras constantes en limpieza, iluminación, jardinería, tráfico y disciplina comercial.

“Es cierto que últimamente hay una problemática más difícil de abordar, pero se está haciendo con una mirada transversal, coordinando Policía Local, Mossos, Servicios Sociales y Personas sin Hogar”, explica. Aun así, reitera que la presencia policial es constante: “Se han hecho casi 300 actuaciones policiales en un año, y el 88% han sido proactivas, no por llamadas vecinales. Y de estas últimas, el 40% provienen de una sola persona”.

Uno de los hombres, durmiendo en la calle

Uno de los hombres, durmiendo en la calle


Las frases de Núria Moreno

  • “No estamos ante un problema delictivo sino sobre todo social y de convivencia

  • “Se han hecho casi 300 actuaciones policiales en un año, y más del 85% han sido proactivas.”

  • “Este problema tiene un fuerte componente social. No todo pasa por la policía, hace falta un abordaje transversal

  • No hay soluciones mágicas ni rápidas, pero el trabajo conjunto con servicios sociales y policía está dando resultados”

  • “Hay quien quiere usar políticamente esta situación, pero no es un tema para hacer política sino para trabajarlo con rigor”

Moreno recuerda que solo se han detectado 21 delitos penales en cinco años, una cifra “muy baja” para hablar de delincuencia. “No podemos engañar a nadie: no todo pasa por la policía. Cuando hablamos de personas con problemas de salud mental, adicciones o exclusión, las multas o la fuerza no sirven. Hace falta un trabajo social de fondo", asegura la concejala, que constata que la mayoría de individuos problemáticos que frecuentan la zona son de la ciudad, y no llegados de otros municipios.


Orinando en los contenedores de la zona

Orinando en los contenedores de la zona

La responsable de Vía Pública destaca que, gracias a la coordinación entre servicios, las personas que pernoctaban habitualmente en la plaza “ya no duermen allí”. “El trabajo está dando resultados, aunque sea lento. Entendemos la preocupación de los vecinos, pero no podemos prometer soluciones falsas”, afirma. También propone “abrir espacios de diálogo” para que cada bloque designe representantes y establezca una interlocución directa con el Ayuntamiento. “Solo trabajando juntos podremos encontrar soluciones reales a problemas que son, sobre todo, sociales”, concluye.

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