Entre las dulces tradiciones del Maresme hay un pequeño tesoro gastronómico que combina historia, artesanía y chocolate: los boixets de chocolate de Arenys de Munt. Creados como homenaje al arte de las puntes de coixí, símbolo de identidad y orgullo local, estos dulces artesanos se han convertido en un reclamo para los amantes del chocolate y de las tradiciones catalanas más auténticas.
Una dulce obra de arte inspirada en la tradición
Los boixets de chocolate son una deliciosa lámina de cacao y azúcar con forma de boixet, la herramienta que se utiliza para trabajar los encajes de bolillos. Su silueta alargada y elegante recuerda la destreza de las encajeras de Arenys, que durante siglos han hecho de este arte una de las expresiones más arraigadas del pueblo. El resultado es un dulce fino y sabroso que une pasión por el detalle y gusto exquisito. Elaborados de manera totalmente artesanal, pueden encontrarse en tres variedades: boixets de chocolate con leche, de chocolate negro y de chocolate blanco. Cada tipo mantiene la misma forma característica, pero con matices de sabor y textura que permiten a los visitantes escoger su preferido o, simplemente, probarlos todos.
Los boixets son un producto de temporada, que se puede degustar entre octubre y marzo, coincidiendo con los meses más frescos, cuando el chocolate mantiene mejor sus propiedades y aroma.

El único lugar donde se producen es la reconocida Pastisseria La Lyonesa J. Garrell, una auténtica institución de Arenys de Munt. El maestro pastelero Jordi Garrell Planas, con carnet de artesano alimentario, y su familia continúan elaborando los boixets siguiendo la fórmula tradicional. El establecimiento se encuentra en la calle Francesc Macià, 33, aunque actualmente también dispone de una dirección provisional en la Rambla Sant Martí, 26. En La Lyonesa, los boixets conviven con otras especialidades locales como el turrón de praliné crujiente y el muntanyenc, pero los boixets siguen siendo el producto estrella, tanto por su singularidad como por su valor simbólico.
Una historia familiar centenaria
La historia de La Lyonesa se remonta a 1917, cuando el abuelo Esteve y su esposa Maria del Pilar abrieron su primera pastelería en Granollers. Poco después, la familia se trasladó a Sant Iscle de Vallalta y, finalmente, a Arenys de Munt, donde establecieron el obrador definitivo en 1926. Desde entonces, cuatro generaciones de la misma familia han mantenido vivo el espíritu artesano y el compromiso con la calidad. En los años 60, la pastelería se hizo conocida por sus creaciones propias y, ya en el siglo XXI, bajo la dirección de Josep M. Garrell y Agnès Molons, junto con su hija Agnès, La Lyonesa ha renovado su catálogo manteniendo las fórmulas tradicionales e incorporando nuevos sabores.

- Los boixets de chocolate no son solo un producto gastronómico: son un símbolo cultural de Arenys de Munt. Reconocen la labor de generaciones de mujeres encajeras y conectan el pasado artesanal con el presente dulce del municipio.
- Este producto, incluido en el catálogo “Dolços del Maresme” del Consell Comarcal, forma parte de la selección de Productes de la Terra - Artesania Alimentària, que pone en valor los sabores locales y a los artesanos que los mantienen vivos.
- Así, cuando probamos un boixet de chocolate, no solo disfrutamos de un bocado de cacao exquisito, sino también de una pequeña pieza de historia maresmenca que, como las puntes de coixí, se teje con paciencia, tradición y amor por el detalle.
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