Este mes de marzo llega el tradicional cambio de hora de primavera, una medida que se repite cada año con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar y ahorrar energía. La madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo de 2025, a las 02.00 horas, los relojes se adelantarán una hora, pasando a ser las 03.00 horas. Este ajuste marca el inicio del horario de verano, que se alargará hasta el último domingo de octubre.
El marco legal del cambio de hora
El cambio de hora en España está regulado por el Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo, que incorporó la Directiva Europea 2000/84/CE sobre las disposiciones del horario de verano. Este decreto establece que el cambio horario tendrá lugar el último domingo de marzo a las dos de la madrugada, momento en que se adelantará una hora (a la una de la madrugada en Canarias). Esta normativa se mantiene vigente de manera indefinida, y cada cinco años se publica un calendario oficial con las fechas de los cambios horarios futuros. La última publicación de la Comisión Europea, el 27 de abril de 2021, confirma que el cambio de hora se seguirá aplicando al menos hasta 2026.

El cambio de hora alarga las horas de luz por la tarde
¿Por qué se cambia la hora?
El cambio horario se instauró por primera vez de manera generalizada durante el siglo XX, especialmente después de la crisis del petróleo de los años 70, con el objetivo de reducir el consumo energético aprovechando más horas de luz natural. En Europa, esta medida se armonizó con una directiva comunitaria que establece el cambio horario para todos los estados miembros de la Unión Europea.
Impacto psicológico en la ciudadanía
Varios estudios han analizado los efectos del cambio de hora en la salud y el bienestar de las personas. Según expertos en cronobiología, la alteración del ritmo circadiano puede provocar trastornos del sueño, fatiga, dificultades de concentración y, en algunos casos, un aumento del estrés y la irritabilidad. Este impacto es especialmente notable en niños, personas mayores y trabajadores con horarios estrictos. Algunos investigadores también han relacionado el cambio horario con un ligero incremento de los accidentes de tráfico y problemas de salud mental derivados de la falta de un descanso adecuado.
Polémica y debate sobre la medida
A pesar de sus supuestos beneficios, el cambio de hora genera cada vez más controversia. Varios estudios cuestionan el impacto real en el ahorro energético, mientras que expertos en salud alertan de los efectos negativos sobre el ritmo circadiano de las personas. Además, sectores económicos como la hostelería y el comercio han expresado preocupación por la adaptación a los nuevos horarios.
El debate también se traslada al ámbito político. La Comisión Europea propuso en 2018 abolir el cambio de hora y dejar que cada país eligiera entre mantener el horario de verano o el de invierno de manera permanente. Sin embargo, la falta de acuerdo entre los estados miembros ha hecho que la decisión quede en suspenso y, de momento, la medida sigue vigente.

Sol en una terraza del Maresme
¿Qué pasará en el futuro?
Aún no hay una decisión definitiva sobre si se mantendrá el cambio de hora a largo plazo o si se optará por un horario fijo. De momento, la ciudadanía tendrá que adaptarse una vez más a adelantar el reloj una hora la madrugada del 30 de marzo. Mientras el debate sigue abierto, los expertos recomiendan ajustar progresivamente los horarios en los días previos para mitigar los posibles efectos negativos sobre el sueño y el bienestar.
Sea como sea, el cambio de hora volverá a ser protagonista en primavera, a la espera de saber si, en el futuro, pasará a ser un recuerdo del pasado o si se mantendrá como una tradición inamovible.
Comentarios (2)