Qué es el Tren Orbital, el proyecto que recupera la Generalitat y que revolucionaría Mataró

Lo que está muerto, no morirá jamás. Una frase que cae en una contradicción evidente y que se popularizó con la serie Juego de Tronos, dando nombre a uno de sus capítulos más célebres. Un concepto que podría aplicarse perfectamente a aquellos proyectos que parecen haber pasado definitivamente a mejor vida pero que nadie se atreve a enterrar, y que siempre acaban regresando. En Mataró, encaja como un guante el del Tren Orbital, del que se lleva hablando más de 20 años sin que nunca se concrete nada, pero sin que nunca se abandone del todo.

Quien lo ha resucitado ahora es la Generalitat, a través del pacto del partido de gobierno, el PSC, y los Comuns, para incluir el estudio de la viabilidad del trazado dentro del paquete de acuerdos que negocian en el marco de la aprobación del tercer suplemento de crédito, por valor de 469 millones de euros. El enunciado, "estudio de la viabilidad", deja claro que el pacto dista mucho de llevar a una concreción del proyecto ferroviario; se trata, por ahora, de seguir analizándolo sobre plano, fase en la que está atascado desde hace dos décadas.

Tren orbital: cifras de vértigo

El Tren Orbital, como indica su nombre, debe orbitar en torno a Barcelona, conectando las ciudades de la segunda corona metropolitana sin pasar por la capital. De Mataró a Vilanova i La Geltrú, pasando por Granollers, Sabadell, Terrassa, Martorell y Vilafranca del Penedès, entre otras. De este modo, pretende romper el modelo ferroviario radial actual, conectando 26 municipios de seis comarcas: Garraf, Alt Penedès, Baix Llobregat, Vallès Occidental, Vallès Oriental y Maresme.

Las cifras del proyecto son de vértigo: con una longitud de 120 km, de los cuales 78 km serían de nueva construcción, se prevé la creación de 42 estaciones, 23 de ellas nuevas. El proyecto estimaba un servicio para unos 96.000 viajeros diarios, con un 30% provenientes del vehículo privado. El coste nunca se ha llegado a concretar, pero se llegó a hablar de 4.000 millones de euros. A nadie se le escapa que esta elevadísima cifra es la clave por la cual el proyecto ha permanecido siempre en un cajón.

Una revolución para Mataró

En el caso de Mataró, el Tren Orbital, si llegara a realizarse tal como estaba planificado inicialmente, supondría una revolución absoluta en materia de transporte público. Las vías abandonarían el frente marítimo y se soterrarían por el circuito de rondas, creando cuatro nuevas estaciones también soterradas, en el Pla d’en Boet, el Parc Central y en Rocafonda (siguiendo el trazado hacia el Maresme Norte) y en Cerdanyola, en dirección a Argentona.

Para la capital del Maresme, la línea orbital ferroviaria no significaría solo la conexión en tren con el Vallès, sino que supondría eliminar la barrera que las vías establecen entre la ciudad y el mar y acercaría el servicio ferroviario a muchos barrios a los que la estación actual les queda muy lejos. Pasar de una a cuatro estaciones, además, situaría a Mataró a la altura de municipios como Sabadell, Terrassa o Martorell, con varias paradas (ya sea de Rodalies o de Ferrocarrils) distribuidas por sus términos municipales.

Impulso político... sobre el papel

El proyecto ha sido recuperado recientemente por diversas fuerzas políticas. ERC ha presentado una moción en el Parlament para incluir la Línea Orbital en el Plan de Rodalies 2025-2030, mientras que el PSC ha propuesto recuperar el proyecto como parte de su programa electoral, destacando la necesidad de mejorar la movilidad en la segunda corona metropolitana. El acuerdo de socialistas y comunes es, en este sentido, un paso adelante.

Pero todo lo que se sustenta sobre papel debe plasmarse, y por ahora no hay muchos elementos con los que ilusionarse. El coste de hacer realidad el trazado sigue siendo elevadísimo, y además el proyecto choca frontalmente con otras iniciativas que sí son realidades más tangibles, como la nueva estación de Mataró, junto a la actual en el frente marítimo, con la cual sí parece que se está avanzando. A nivel catalán, las prioridades ahora mismo son el desdoblamiento de líneas como la R3 o el impulso de los llamados Tren-Tranvía en zonas como el área metropolitana de Tarragona, las Terres de l’Ebre o Girona y la Costa Brava.

Hasta que no se demuestre lo contrario, es difícil pensar que la recuperación del proyecto, por parte de un u otro partido político, no sea más que una acción para visualizar que se apuesta por el transporte público, sin que obligue a ningún compromiso firme de llevarlo realmente adelante. Así ha sido durante más de 20 años. Habrá que ver si esta vez es diferente.

El proyecto, en cuatro claves

• Proyecto eternamente pospuesto: El Tren Orbital lleva más de 20 años debatiéndose sin que nunca se haya concretado. Aun así, nunca se ha abandonado del todo y vuelve a la actualidad política mediante un nuevo acuerdo entre PSC y Comuns para estudiar su viabilidad.

• Una infraestructura de envergadura: El proyecto contempla 120 km de recorrido, 42 estaciones (23 de nuevas), una conexión entre 26 municipios y un coste estimado de hasta 4.000 millones de euros. La elevada inversión necesaria es uno de los principales escollos.

• Impacto transformador para Mataró: Si se hiciera realidad, la línea orbital supondría una revolución para la ciudad, con la creación de cuatro nuevas...