El futuro del proyecto para crear un Bike Park con circuitos de BTT en el Turó de Cerdanyola (Argentona, junto a Mataró) es por ahora muy incierto. La Comisión Territorial de Urbanismo del Arco Metropolitano de Barcelona (CTUARC) acordó el pasado 14 de octubre la denegación de la aprobación definitiva de la iniciativa, que también ha generado rechazo vecinal. A pesar de este revés administrativo de la Generalitat y la polémica ciudadana, los tres promotores —Xavier C. R., Carlos M. B. y Albert P. R.— han presentado inmediatamente un recurso de alzada para agotar la vía administrativa, anunciando que no retiran la propuesta y que mantienen viva su intención de sacar adelante la llamada Escuela de Ciclismo de Argentona/Mataró.
La decisión del órgano urbanístico de la Generalitat supone un freno administrativo al desarrollo de las instalaciones en la finca agrícola de Can Balansó. Tal y como detalla la resolución del organismo, "se constata que la actuación propuesta en el emplazamiento escogido presenta una incompatibilidad urbanística con la regulación vigente de los usos, instalaciones y actuaciones permitidas en la clave de protección forestal del POUM". Ante ello, la Comisión resuelve que el proyecto "supone una afectación a los valores ambientales del lugar, alterando también de forma clara los valores por los cuales estos suelos han sido incluidos dentro de los Espacios de protección especial por su interés natural y agrario".

Turó de Cerdanyola con Mataró al fondo. Foto: R.Gallofré
Los promotores de la empresa ALXAC 2023, S.L., por su parte, lamentan que "ninguna entidad (contraria al proyecto) ni representante se haya puesto en contacto" con ellos para conocer el alcance real de la iniciativa, que definen como un espacio "deportivo, educativo y sostenible". Su argumentario se basa en defender el valor y los beneficios que su Escuela de Ciclismo aporta, especialmente orientada a niños y jóvenes, fomentando "el crecimiento personal, la disciplina y el trabajo en equipo", además de colaboraciones con institutos y centros de formación para prácticas en grados de deporte.
La defensa de un proyecto "ecológicamente responsable"
Uno de los principales ejes de la defensa de los promotores es su filosofía medioambiental, concebida para tranquilizar los ánimos ante el temor a la degradación. Aseguran que el proyecto es "100% ecológico, respetuoso con el entorno natural", ya que "no se tala ningún árbol, se mantienen las especies autóctonas y se eliminan las invasoras". Además, insisten en que los circuitos están pensados para integrarse "completamente en el medio", sin el uso de asfalto ni cemento.
El objetivo, según señalan, es recuperar "un espacio privado actualmente en desuso agrícola y mejorar el equilibrio ecológico y paisajístico de la zona", con una mínima alteración del paisaje, limitada a aportaciones puntuales de tierras controladas (entre 0,5 y 1,5 metros de altura) y trabajos de limpieza de vegetación para la prevención de incendios.

Terreno afectado por el proyecto
En el ámbito social y económico, subrayan que las instalaciones serán de libre acceso para cualquier ciudadano. La pequeña cuota por el uso de los circuitos con bicicleta, afirman, es necesaria para la sostenibilidad económica del proyecto, pero sin excluir a la comunidad. Además, destacan la dinamización económica que se generará, ya que los visitantes consumirán en bares, restaurantes y tiendas de proximidad de los barrios de Cerdanyola y Argentona, una acción incentivada por el hecho de no disponer de servicio de bar dentro de sus instalaciones.
Rechazo vecinal al uso "lucrativo" del "pulmón verde"
Estos argumentos, sin embargo, se enfrentan a la posición de las asociaciones de vecinos de Cerdanyola y La Llàntia, que hace meses mostraron su "firme desacuerdo" y su "profunda preocupación" con la iniciativa, bajo el lema "El cerro no está en venta". Los vecinos temen que el uso intensivo de la zona con "fines lucrativos" tenga un "impacto negativo directo" en los barrios, afectando la movilidad y la tranquilidad.
Las entidades subrayan que el Turó de Cerdanyola es un "pulmón verde y un espacio de convivencia" que debe preservarse como parque natural en su totalidad, más allá de la división administrativa. Argumentan que el proyecto atenta contra el valor ecológico y social del entorno, que debe seguir siendo un espacio libre y accesible para el disfrute de la ciudadanía.

Ejemplos de los tipos de circuitos que se proponen para el Bike Park
El proyecto: pistas de BTT y Biketrial en Can Balansó
El proyecto, situado en la antigua finca de Can Balansó, cerca de la C-32, preveía un espacio cerrado con diversas instalaciones para la práctica formativa y recreativa, incluyendo:
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Una zona infantil de 50x25 metros para niños a partir de 5 años.
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Un Pump Track de 52x12 metros, circuito de inercia con curvas, peraltes y ondulaciones (dubies) de hasta 1,5 metros.
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Líneas de dirt con 6 o 7 saltos y 3 peraltes construidos con tierras compactadas.
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8 senderos o caminos de diferentes niveles de dificultad, aprovechando la orografía existente y con un único sentido de circulación.
Todo ello, diseñado con el objetivo de ser una actividad lúdica, deportiva y familiar. Con el recurso de alzada ya presentado, el proyecto continúa su batalla administrativa para conseguir el visto bueno definitivo para poder instalarse en el Turó de Cerdanyola.
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