Estos son los barrios donde más ha subido el alquiler en Mataró (y no son los que te imaginas)

En Mataró, el alquiler no sube igual para todos ni en todas partes. A pesar de la sensación generalizada de encarecimiento, los últimos datos oficiales disponibles muestran un mapa muy desigual de la evolución de los precios, con sorpresas destacadas: algunos de los barrios donde más ha subido el alquiler no son precisamente los más céntricos ni los habitualmente considerados de renta más alta.

Los datos corresponden al cuarto trimestre de 2024 y han sido elaborados por la Cámara de la Propiedad Urbana, que segmenta la ciudad en cuatro grandes zonas según códigos postales. Cada uno de estos códigos agrupa varios barrios, en algunos casos con características socioeconómicas distintas dentro del mismo ámbito:

• 08301: Centro, Habana y Escorxador

• 08302: Ensanche, Pla d’en Boet y el Rengle

• 08303: Cerdanyola, Peramàs y Vía Europa - Llàntia

• 08304: Rocafonda, Palau, Molins, Cirera y Vía Europa - Nuevo Parque Central

A partir de este criterio territorial, se observan movimientos importantes: en algunos distritos, la renta mensual media ha subido de forma acelerada, mientras que en otros se ha estancado o incluso ha bajado. Y lo más sorprendente: no coinciden necesariamente con los barrios más exclusivos de la ciudad.

El detalle, código postal por código postal

En el conjunto de Mataró, la media de la renta mensual del alquiler se sitúa en 767,12 €, pero el 08301 (Centro, Habana y Escorxador) ha experimentado una subida destacadísima, pasando de 766,93 € a 881,72 € en solo tres meses. Este aumento lo convierte en el distrito con los alquileres más caros de la ciudad.

Le sigue el 08303 (Cerdanyola, Peramàs, Vía Europa - Llàntia), que ha roto su tendencia a la baja y ha escalado hasta los 763,60 €, muy por encima de los 700 € que registraba a mediados de año.

En cambio, otros distritos como el 08302 (Ensanche, Pla d’en Boet, Rengle) y el 08304 (Rocafonda, Palau, Molins, Cirera, Nuevo Parque Central) han visto cómo los precios se mantenían más estables o incluso retrocedían ligeramente: de 783,79 € a 763,60 € y de 685,49 € a 631,87 €, respectivamente.

Más contrastes: menos contratos, alquileres más caros

Paralelamente a la evolución del precio, el número de contratos de alquiler sigue cayendo en todos los distritos. El descenso es especialmente marcado en el 08301, donde se ha pasado de 767 contratos en 2021 a solo 469 en 2024. Una reducción que se repite en todas partes, lo que podría apuntar a una caída de la oferta o a un aumento de la presión sobre el mercado de alquiler habitual.

Los pisos en régimen de propiedad horizontal siguen siendo mayoritarios, con el 93,6% de los contratos, mientras que las casas representan solo un 6,4%. Y en cuanto a los tramos de precio, la mayoría de contratos se concentran entre 600 y 900 € mensuales, con un claro incremento de alquileres superiores a los 1.300 €, especialmente en zonas como el centro.

Más metros cuadrados, pero menos céntricos

Otro factor clave es la superficie. Las viviendas más grandes se encuentran mayoritariamente en el 08304 (Rocafonda, Palau, Cirera, etc.), con una media cercana a los 80 m², mientras que en el centro (08301) las superficies son más reducidas (unos 72 m²). No obstante, es precisamente en el centro donde se paga el precio por metro cuadrado más alto: más de 10,8 €/m² en el 08301 y el 08302, frente a los 9 €/m² o menos en el 08304.

Un mercado tensionado y sin soluciones inmediatas

Los datos de Mataró forman parte de una tendencia más amplia en el conjunto del Maresme y evidencian una situación preocupante: caen los contratos de alquiler mientras los precios continúan subiendo. En 2023 se formalizaron 2.252 contratos de alquiler en Mataró, pero en 2024 la cifra ha bajado hasta los 1.900, una reducción del 15,63%. En el resto de la comarca, la caída es similar, del 8,82%, mientras que las rentas medias han aumentado más de un 4% en la capital y más de un 5% en el conjunto del Maresme.

Según la Cámara de la Propiedad, estos datos ponen de manifiesto que las políticas actuales no han contribuido a mejorar el acceso a la vivienda, sino que podrían haber provocado el efecto contrario: una retirada de oferta de pisos ante la incertidumbre legal y las limitaciones normativas. Sin un parque público suficiente ni medidas que incentiven a los pequeños propietarios a mantener sus inmuebles en alquiler, advierten, la situación solo puede empeorar a corto plazo.

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